"Se puede entender lo que pasó con Peavy y Burnett", dijo el gerente general de los Bravos, Frank Wren. "Esta situación no la puedo comprender".
Con Peavy, los Bravos vieron a los Padres como una organización indecisa y con sus dudas para cambiar al as. Con Burnett, enfrentaron la realidad que Nueva York queda más cerca de donde vive el codiciado lanzador.
Con Furcal, Wren enfrentó un agente que aparentemente no cree en el poder de un acuerdo verbal.
Un directivo de las Grandes Ligas le dijo a MLB.com que Furcal había llegado a un pacto de tres años con los Dodgers el cual incluye una opción para la temporada del 2012.
En otras palabras, los Dodgers ahora están en la misma situación que los Bravos enfrentaron un día antes, cuando Atlanta creyó que el agente de Furcal, Paul Kinzer, aceptó verbalmente la oferta de Wren, la cual incluía tres años garantizados y una opción para el 2012.
A petición de Kinzer, Wren envió por fax el contrato firmado. Esto fue lo que llevó a los Bravos a pensar que el acuerdo verbal se había hecho.
Pero luego de que los Bravos enviaron la hoja firmada, Kinzer comenzó a cambiar de opinión. Se cree que su socio, Arn Tellem, estaba enfadado porque los Dodgers no tuvieron la oportunidad de hacer una mejor oferta a la de los Bravos.
"En esta clase de empresa, debes tener un poco de confianza en la gente con que te sientas a negociar", indicó Wren. "Lo peor que puede suceder es que pierdas esa confianza".
Kinzer habló con la prensa en Nueva York luego de la presentación del venezolano Francisco Rodríguez como miembro de los Mets y dijo, "Estoy avergonzado y estoy seguro que Wren también está avergonzado y no es para menos".