Los abuelos afirman que la inocencia es una virtud y la ingenuidad un defecto. En igual medida hablan de “la balanza” a la hora de poner en el tapete un tema de discusión o debate. Todo esto viene a raíz de la afirmación acerca del gabinete conformado por el actual Presidente de la República, Danilo Medina, cuyas caras siguen siendo las de otrora; o sea, son aquellos que afirmaron junto a Leonel Fernández que la economía dominicana estaba blindada y ahora acompañan al nuevo mandatario en la recepción de un “maletín repleto con facturas” y deudas.
De manera que la sorpresa pudo ser para Medina, pero no para quienes le acompañan en este mandato, pues la mayoría del equipo económico proviene del pasado gobierno, tal y como se ha repetido, y la idea primera de que el Fondo Monetario Internacional (FMI), no tenía que vigilar cómo marchaba la economía nacional, ha tenido que sustituirse por el encuentro con la misión de dicha entidad, encabezada por Przemek Gajdeczka, “para revisar la evolución económica y sentar las bases para las próximas conversaciones de consulta del Artículo IV y el seguimiento posterior al programa”, cuyos resultados resumen: “La situación fiscal se ha deteriorado en la primera mitad del 2012…etc, etc”.
En fin, que: “Las perspectivas macroeconómicas para el corto plazo representan un reto para las autoridades…” quienes “manifestaron su interés en contar con el apoyo del Fondo Monetario Internacional en el diseño de políticas económicas”.
Aquellos, los de entonces, que siguen siendo los mismos, tendrán que acompañar a un Medina comprometido e inmerso en las consecuencias de los desórdenes y despilfarros que ahora explotan, una y otra vez, como fuegos artificiales dañinos y muy peligrosos.