Bogotá.- El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, rechazó el lunes la participación de cualquier gobierno extranjero en la liberación de seis rehenes que las FARC anunciaron entregarán unilateralmente en los próximos días, lo que podría dificultar o retrasar el proceso.
Aunque no lo dijo directamente, la posición del mandatario bloquea la intervención del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de otros gobiernos en el proceso para liberar al ex gobernador del departamento del Meta Alan Jara, del ex diputado del departamento del Valle Sigifredo López y de cuatro efectivos de las Fuerzas Armadas.
Pero Uribe, que entre finales del 2007 y comienzos del este año mantuvo un enfrentamiento con Chávez después de que canceló su mediación ante la guerrilla para la liberación de los rehenes políticos, dijo que dará las garantías para que la Cruz Roja Internacional reciba a los rehenes.
"El Gobierno como siempre da las garantías a través de la Cruz Roja Internacional, si de verdad van a liberar los secuestrados", dijo el mandatario en un acto oficial.
"El Gobierno pide que no se involucre a personalidades internacionales, porque lo hacen y simplemente terminan creándole dificultades a las relaciones internacionales del país", precisó Uribe.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron el domingo que liberarán en los próximos días a los seis rehenes que serán entregados a la senadora del opositor Partido Liberal Piedad Córdoba, quien previamente al anuncio de Uribe expresó su intención de vincular al proceso de liberación al presidente de Venezuela.
El mandatario venezolano dirigió con Córdoba, a comienzos de este año, dos misiones humanitarias en las que las FARC liberaron en medio de la selva colombiana a seis políticos.
Trampa de las Farc: Uribe
Uribe calificó el anuncio como una trampa de las FARC después de que a comienzos de este mes mataron en un ataque con explosivos a 9 policías y a dos integrantes de una misión médica, en dos ataques separados.
El presidente también criticó a las FARC que mientras anuncian una liberación siguen con el secuestro, refiriéndose a la retención por parte de rebeldes de ese grupo de 10 campesinos en una zona rural del suroeste del país.
Uribe denunció que la guerrilla busca hacer un "show político" con el señuelo de las liberaciones y reiteró su oferta de pagar recompensas y otorgar beneficios jurídicos a los rebeldes que deserten con personas secuestradas.
Las FARC mantienen aún en su poder a 28 rehenes que buscan intercambiar con el Gobierno por 500 rebeldes encarcelados.
Algunos de los 28 rehenes políticos en poder de la guerrilla llevan más de 11 años secuestrados en campamentos rebeldes en medio de la selva.
Las FARC, consideradas una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, exigieron por años que Uribe retirara el Ejército y la Policía de una zona montañosa de 780 kilómetros cuadrados para que representantes de las dos partes se reunieran a negociar un acuerdo de rehenes.
Pero Uribe, quien con el apoyo de Estados Unidos lidera una ofensiva militar contra la guerrilla a la que obligó a replegarse a zonas montañosas y selváticas, se negó con el argumento de que las FARC pretendían sacar ventaja militar.
En medio de la ofensiva, el grupo rebelde ha sufrido fuertes reveses en los últimos meses como la muerte de varios de sus comandantes y la deserción de miles de combatientes.
El Gobierno también acusa a las FARC de mantener secuestrados a cientos de civiles por los que exige millonarios rescates. El grupo rebelde convirtió el secuestro en su segunda fuente de financiación después del narcotráfico para mantener su ejército rebelde en medio del conflicto interno de más de cuatro décadas, de acuerdo con fuentes de seguridad.