Recientemente se celebró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y Shekhar Sexena, director del Departamento de Salud Mental de la OMS, “destacó la magnitud de esa forma de autodestrucción”, como “un problema que la mayoría de personas ignora”.
En el caso de la sociedad dominicana preocupa la alta incidencia de suicidios que tienen lugar en el país: en el último lustro el promedio anual subió de 450 a 535. Mientras que en el año pasado se reportaron 642, 93 casos más que en 2010.
Entre las causas que han incrementado el número de muertes por esta razón se hallan: la depresión, alcoholismo, drogas, problemas psicosociales, crisis económica, desempleos y exclusión social, entre otras.
Especialistas en Psiquiatría en el país afirman que las fuertes frustraciones que padecen algunas personas en República Dominicana, reflejadas en estas cifras, se deben a que la mayor parte de la propaganda que cada día recibe el ciudadano le lleva a pensar en un consumismo que escapa de sus posibilidades y la incapacidad de dar solución a lo cotidiano de su existencia.
En otro sentido, quien asume la delincuencia como camino para solucionar algunos de sus males, no solo viola los esenciales límites de una salud mental propia, sino de quienes resultan víctimas de sus fechorías.
Nadie es inmune a caer en estados que puedan provocar depresión, sobre todo en estos tiempos económicamente difíciles; pero, existen formas de buscar ayuda, tanto en la familia, como entre amigos o desde el punto de vista médico.
Las instituciones especializadas han hecho un llamado ante la situación, incluyendo la necesidad de emplear los medios, escuelas, colegios, universidades y la sociedad civil para sensibilizar y prevenir los factores de riesgos frente a ese mal.
Se suma a todo esto la necesidad de una brújula para el Gobierno, el cual debe esgrimir políticas públicas y muchas acciones más, capaces de enfrentar este problema desde su raíz misma.
Enfrentar la autodestrucción
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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