La disposición de diez mil millones de pesos de financiamiento para capitalizar a las pequeñas y medianas empresas, es obra de una gran trascendencia, no sólo por el impacto que tendrá entre las pymes, sino por los mensajes que la administración del presidente Danilo Medina comunica al país con esa acción: ni el déficits fiscal que enfrenta el gobierno central, ni un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, van a apartar al nuevo mandatario de los compromisos que asumió en la campaña.
Por igual, en un momento en que millares de dominicanos rondan las oficinas públicas en busca de una colocación que solo es posible despojando a los que la tienen: compañeros de un mismo partido, el gobierno centra su enfoque en propiciar las condiciones para que la economía empiece a generar los empleos que demandan los dominicanos sin ingresos fijos, por lo que la medida está dirigida también a fomentar fuentes de trabajo.
Que si las pymes en estos momentos emplean 1.5 millones de personas, que no solo puedan mejorar las condiciones de trabajo de las que ya están en nómina, sino agregar más ocupación, pero el paquete no es únicamente económico, también tiene que ser educativo, porque poner financiamiento sin la asesoría apropiada podría tener un impacto adverso.
La posibilidad de acceder a un crédito en condiciones blandas debe ser aprovechada como un atractivo para formalizar negocios informales, convenciendo a los microempresarios de que la posibilidad de disponer para ellos y sus empleados de la afiliación a la seguridad social, saca de la exclusión y de la pobreza extrema a quienes pueden reclamar atenciones médicas en cualquier clínica u hospital del país, con la ventaja añadida de disponer de un seguro de riesgos laborales y de ahorros para la pensión.
Comparto la inquietud expresada en El Sol de la Mañana a propósito del anuncio del financiamiento a las pymes, por el senador Charlie Mariotti, que advierte sobre el obstáculo que representa la parte impositiva, porque muchos micros, pequeños y medianos empresarios prefieren la informalidad porque les aterra el costo de los impuestos. En esa parte además de que debe promoverse un período de gracia.
El financiamiento no lo resuelve todo, aunque es fundamental. Falta que el gobierno y la sociedad iluminen el camino para que se hagan inversiones correctas.
Danilo Medina está empecinado en lograr que el Estado sea uno de los principales demandantes de bienes producidos por las pymes, y en ese sentido no sólo producirá una modificación de la ley que pauta actualmente la compra de un 15% sino que la ampliará a un 20% y velará porque no se hagan chanchullos.
Es secreto a voces que grandes empresas se camuflan de pymes para abarcarlo todo, las pequeñas y las grandes compras, y eso hay que evitarlo si se quieren desarrollar el sector que tiene la más rápida posibilidad de generar movimiento económico y empleos.
En una economía que recibe a millones de turistas por años y que tiene la posibilidad de aprovechar el mercado haitiano, hay muchos dominicanos que en vez de estar demandando un empleo pueden estar ofertándolo.