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Se apagó el ronroneo de Eartha Kitt tras seis décadas de carrera

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Nueva York.- El ronroneo de Eartha Kitt, autoapodada "gatita sexual", se apagó por siempre a los 81 años, tras seis prolijas décadas de carrera que le permitieron desde bailar en los escenarios de Broadway, hasta hacer de Catwoman en la serie de televisión "Batman" de los años 60.

Esta versátil cantante y actriz estadounidense, ganadora de dos premios Emmy y nominada a otros tantos Tony y Grammy, murió el día de Navidad a causa de un cáncer de colon que le fue diagnosticado hace dos años, y por el que estaba siendo atendida en el Hospital Presbiteriano de Columbia, en Nueva York.

Su amigo y publicista Andrew Freedman fue quien hizo pública la muerte de esta polifacética mujer, quien vivía en Connecticut y permanecía en activo.

Su característica y sensual voz la convirtieron en una estrella de fama internacional y el ronroneo con el que jugaba en canciones como tan conocidas como "C’est si bon", "I don’t care", "Let’s do it" o "Love for sale" le ayudó a conquistar los escenarios de medio mundo.

Sería su papel de la sexy Catwoman de la serie de televisión de "Batman" la que pondría cara para siempre a esta sensual bailarina.

Nacida en una plantación de algodón de Carolina del Sur en 1927, hija de una india cherokee y un hombre blanco, Kitt tuvo una dura infancia, según ella misma recordaba a menudo.

A los nueve años se trasladó a Nueva York para vivir con una tía en Harlem, después de que el segundo marido de su madre la rechazara por tener la piel demasiado clara. Sin embargo, allí no le fue mucho mejor y, tras escaparse de casa, llegó a dormir en estaciones de metro y edificios abandonados.

La vida de esta atractiva mestiza cambió drásticamente cuando se incorporó a los 16 años a la compañía Katherine Dunham y recorrió los escenarios de toda Europa antes de cumplir los 20 años, donde incluso actuó ante la familia real británica en 1948.

Ese año participó por primera vez en una película ("Casbah"), aunque "la mujer más excitante del mundo" según Orson Welles, también trabajó en "St. Louis Blues" (1958) junto a Nat King Cole, y "Anna Lucasta", entre otras.

Poco después dejó la compañía e inició en el club nocturno parisino "Carrols" su exitosa carrera como cantante solista, que le permitió actuar en más de cien países.

En 1968 fue invitada a un almuerzo en la Casa Blanca, donde se permitió criticar la guerra de Vietnam, al asegurar que Washington mandaba allí "a lo mejor del país para que (los soldados) sean disparados y mutilados".

Se dice que a partir de entonces Kitt fue vigilada por la CIA y boicoteada en los medios estadounidenses, lo que supuso un duro golpe para su carrera e hizo que trabajara en el extranjero durante años, hasta su regreso a Broadway en 1974 a invitación del entonces presidente Jimmy Carter.

De vuelta en EEUU cosechó grandes éxitos, como su segunda nominación al Tony por su papel en el musical "Timbuktú", así como sus actuaciones en "Mrs. Patterson" o "The owl and the pussycat".

En 2006 volvió a la Casa Blanca, pero esta vez para encender las luces del Árbol Nacional de la Navidad junto al presidente George W. Bush y su esposa, Laura.

Kitt hablaba cuatro idiomas, pero cantó en al menos siete y en todos ellos con amplísimos registros, que le permitían incluso imitar con gran sensualidad el silbido de una serpiente, o el ronroneo de un gato, algo que le confirió fama mundial.

Una de sus canciones más recordadas fue "I want to be evil", así como "Je cherche un homme", "Where is my man?" y "My heart belongs to daddy", aunque son cientos las piezas que cantó y versionó durante su vasta carrera.

En su país natal Kitt también será asociada siempre con la Navidad, pues su éxito "Santa Baby" se ha convertido en un tema recurrente en estas fechas.

Recientemente había terminado su última grabación en Chicago y según su publicista tenía compromisos pendientes para 2009.

En 2001 publicó "Rejuvenate", una guía para mantenerse en forma que se sumaba así a sus tres autobiografías y a otras aficiones como la de tejer guantes y calcetines que luego vendía en sus conciertos con fines caritativos, según explicó en alguna entrevista.

En el momento de su muerte, Eartha ("nacida de la tierra") estaba acompañada por su hija, fruto de su único matrimonio, que sólo duró cinco años (hasta 1965). EFE

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