Desde que el Despacho de la ex primera Dama de la República Margarita Cedeño de Fernández se involucró en la tarea de sembrar el país de los Centros Tecnológicos Comunitarios, CTC, y desarrolló parte de esas labores junto a las pasadas autoridades del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, Indotel, se produjo un manto de confusiones entre la población dominicana que merecen ser aclaradas por el organismo correspondiente.
A nosotros que nos correspondió conocer a profundidad el origen y posteriormente la transición de lo que fue la creación del Indotel, por cuanto por poco nos nacen los dientes en el ámbito de lo que fue la antigua Dirección General de las Telecomunicaciones, DGT, nos consta que una de las labores fundamentales de ese organismo fue la de crear los Centros Tecnológicos de la Información, CTI, como forma de acercar las nuevas tecnologías de la información hacia las comunidades más apartadas del país.
Sin embargo, una vez surge la gran idea de crear los CTC por parte de la hoy Vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, esas iniciativas del , Indotel se vieron opacadas con el respaldo ofrecido no solamente por el Estado dominicano, sino también por la vinculación que se le dio a la comunidad, cuya administración de los mismo recayó en manos de estas, pero que lamentablemente al paso de los años se ha comprobado que eso no ha dado buenos frutos, debido al rápido deterioro en que muchos de ellos se encuentran.
Lo cierto es que tanto los CTC de la ex primera Dama, como los CTI del , Indotel, han tenido un objetivo común y que la dispersión en su ejecución ha sido lo que mayores inconvenientes ha creado para su existencia y permanencia en el tiempo, debido a que los mismos no pueden ser dejados bajo la administración de las comunidades sin que haya una supervisión directa del Estado dominicana que fiscalice periódicamente los equipos que son instalados en cada localidad del país.
No obstante a eso se impone que ese tipo de programas sean llevados a cabo por una sola institución del gobierno dominicano, con las capacidades técnicas y económicas que le permita tener un control absoluto del mantenimiento de esas infraestructuras, sin importar que las comunidades participen de su administración, como forma de garantizar que continúen ofreciendo el servicio vital que dispensan a cada localidad del país.
Gracias a esos Centros de alta tecnología es que muchos niños pobres de las comunidades más empobrecidas del país, han tenido y tienen la oportunidad de consultar la internet para realizar sus tareas escolares y han tenido la oportunidad de poner en práctica sus habilidades escénicas y sus vocaciones artísticas al utilizar las emisoras comunitarias que han sido instaladas en esos lugares.
Por lo visto, no pretendemos ni mucho menos nos atreveríamos a sugerir que se descontinúen levantando este tipo de instrumentos que lo que persiguen es estrechar la brecha tecnológica que separa a nuestros niños más pobres de las comunidades apartadas del territorio nacional, con relación a los que residen en las grandes ciudades del país, sino de que se haga un uso más racional y mejor planificado de su ejecución que le permita a las comunidades beneficiadas hacer un uso más provechoso de los mismos.
En ese sentido, me permito, con la humildad que me caracteriza pedirle al doctor Carlos Amarante Baret, que como nuevo presidente de Indotel disponga de consenso con las autoridades competentes la fusión de ambos programas y que esa institución como rectora de las altas tecnologías en la República Dominicana asuma o reasuma el liderazgo total de la remoción y creación de los Centros Tecnológicos Comunitarios o de la Información que a partir de ahora se ejecuten en el país para preservar ese bien que todos apreciamos por la labor social que desempeñan.
Para nadie es un secreto que los equipos de alta tecnología que se utilizan en esos Centros Tecnológicos requieren de un mantenimiento efectivo en el que se conjugan el ambiente en que deben ser preservados adecuadamente y vigilados por expertos en la materia de informática que necesariamente deben estar presentes para asesorar a los niños y reparar cualquier desperfecto que se presente producto del mal manejo que se le dé a los mismos.
En fin de lo que se trata, no es que tengamos a más Centros de Alta Tecnología disfuncionales, sino que los que tengamos hagan su papel y que las comunidades beneficiadas puedan contar con ellos como un bien que el Estado ha puesto a su alcance para que puedan superar los niveles de atraso y exclusión en que viven sus habitantes.
agendasemanal@hotmail.com
Se debe relanzar el Indotel
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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