Contra viento y marea

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Más allá del maletín lleno de facturas y deudas que ha encontrado Danilo Medina tras asumir la presidencia del país,  y en medio de las expectativas por los cargos que deben ser ocupados, cada uno por una sola persona, aun cuando decenas aspiren a ellos (difícil situación de selección, aunque el nuevo mandatario no parece creer en compromisos), la atención de la dirección del país tiene que priorizar ahora el tema del nuevo año escolar 2012-2013, con la integración de  unos 2,7 millones de estudiantes de los sectores público, semipúblico y privado, así como de los niveles inicial, básico y medio; las modalidades general, técnico profesional, artes, y subsistemas de especial y de adultos.
 
Se trata, claro está, de “una responsabilidad compartida por docentes, estudiantes, familias y comunidad”, tal y como aseguró la ministra de Educación, Josefina Pimentel,  quien afirmó que “a través de las 18 Direcciones Regionales de Educación, dotó a los centros educativos ubicados en las zonas más necesitadas, de insumos como uniformes, zapatos y mochilas para los estudiantes”.
 
Pero, el asunto trasciende a esas dieciocho Direcciones Regionales y las labores de embellecimiento de centros escolares e inauguración de nuevas estructuras- obviamente muy necesarias-, el punto está en esa calidad de la enseñanza que debe ser un desafío, si se quiere alcanzar graduados con conocimientos acordes a la realidad y la competitividad global actual.
 
De manera que la superación de los maestros tiene que estar en la mirilla, así como la posibilidad de una enseñanza para todos y todas, sin menores y adolescentes que tengan que desertar o llevar el gran peso de la educación con el trabajo infantil.
 
Danilo Medina prometió la asignación del 4% a la educación durante su discurso de toma de mando en la Asamblea Nacional, y que invertirá en su calidad en la República Dominicana, “porque constituye la base para ir reduciendo la pobreza y la inequidad social”. Habrá que ver, si a pesar de ese maletín lleno de deudas y facturas, este logro se abre paso, contra viento y marea.