Barahona.- A pesar de la presencia de varios jefes de estados y de gobiernos, Haití fue el único país que fue citado por el presidente Danilo Medina en su discurso de toma de posesión, lo que es una manifestación clara de la importancia de la relación domínico-haitiana en la política exterior en esta nueve gestión gubernamental.
Esa es la consideración de Edwin Paraison, exembajador y director ejecutivo de la Fundación Zile, organización de promoción de la solidaridad y la cooperación entre Haití y la República Dominicana.
Puso claro que el tema de mayor importancia en el manejo de esas relaciones no será la migratoria, sino lo económico con la promoción de un acuerdo de libre comercio, según el diplomático.
En ese sentido, subrayó que Haití es el segundo socio comercial, aunque más bien es el segundo mercado. Pero, lo más importante, es su reconocimiento de la amplitud de estos intercambios al señalar que son más voluminosos en un solo día de mercado en la frontera que las exportaciones durante un año a América Central.
“Es interesante esa comparación, por las posiciones mantenidas durante el periodo de transición gubernamental de algunos aliados políticos con relación a la carga que supuestamente representaría Haití para la Republica Dominicana sin jamás considerar los beneficios del comercio bilateral a favor de la nación”, explicó.
Manifestó la necesidad de modernizar las infraestructuras administrativas en la frontera, “en ese sentido hay que pensar particularmente en las condiciones en las cuales actualmente operan las oficinas públicas en el puesto fronterizo de Jimaní-Malpaso, debido al crecimiento del lago Azuei”
Indicó que esa política beneficiara tanto a trabajadores dominicanos y haitianos reconociendo así la presencia de los últimos.
Paraison dijo que Medina no habló de la nacionalidad de los hijos de dominicanos de ascendencia haitiana: “pero en una parte de su discurso exhorto a todos los dominicanos a trabajar juntos, sin exclusión política, religioso, étnica o social”.