Jerusalén (EFE).- Israel rechazó hoy formalmente una propuesta francesa de declarar una "tregua humanitaria" de 48 horas en Gaza, pese al aumento de los llamamientos internacionales a un alto el fuego y una mayor implicación de Naciones Unidas.
"La iniciativa (francesa) puede considerarse rechazada oficialmente", indicó a Efe Andy David, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Según David, un cese momentáneo de las hostilidades "permitiría a Hamás prepararse mejor para el combate y el lanzamiento de cohetes" contra el sur de Israel, por lo que no cabe un respiro en la operación denominada "Plomo Fundido".
"No sería apropiado. No se puede confiar en Hamás", agregó el portavoz. El Gobierno israelí analiza hoy la situación en Gaza y los alrededores tras cinco días de ofensiva que han causado 380 muertos y 1.700 heridos, sin dar cuenta de decisiones hasta el momento.
La ofensiva -que ha causado el mayor número de muertos palestinos desde la Guerra de los Seis Días de 1967- está aún en su "primera fase", según declaró ayer el primer ministro israelí, Ehud Olmert.
El diario "Haaretz" pública que anoche hubo divisiones en el seno del Ejecutivo sobre la conveniencia de aceptar el alto el fuego de dos días.
Olmert rechazó la iniciativa porque supondría un balón de oxígeno para Hamás, mientras que el titular de Defensa, Ehud Barak, la apoyaba como una forma para poner a prueba la voluntad del movimiento islamista de aceptar un alto el fuego de larga duración.
Anoche, el jefe del Ejecutivo se reunió en la ciudad de Beer Sheva con altos mandos militares, que le pidieron luz verde para lanzar una invasión terrestre de Gaza, horas después de que un cohete palestino cayese por primera vez en esa ciudad.
La impresión de varios asistentes al encuentro es que Olmert estaba de acuerdo con los militares, agrega el rotativo. La jefa de la diplomacia israelí, Tzipi Livni, tiene previsto desplazarse mañana a París para reunirse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien podría viajar a Israel la próxima semana.
Hoy, el Cuarteto para Oriente Medio (integrado por las Naciones Unidas, EEUU, Rusia y la Unión Europea); el Departamento de Estado de EEUU; la cancillería francesa y otros países y organizaciones han coincidido en pedir un alto el fuego en Gaza.
En la capital de la franja, la aviación militar israelí bombardeó esta madrugada el despacho del jefe del Gobierno de Hamás en Gaza, Ismail Haniye, quien se encuentra oculto desde el inicio del bombardeo masivo.
La oficina era "empleada como centro de planificación, apoyo y financiación de actividades terroristas contra Israel", afirmó el Ejército en un comunicado.
La Fuerza Aérea israelí también destruyó instalaciones del Ministerio de Interior, como ayer hizo con las de ministros, secretarios de Estado y altos cargos de Finanzas, Asuntos Exteriores, Trabajo y Vivienda del movimiento islamista.
"Estas oficinas del Gobierno de Hamás están consideradas objetivo estratégico", subrayó el Ejército. La Fuerza Aérea israelí atacó otros 35 blancos en la franja, como "túneles subterráneos, lanzaderas de cohetes y almacenes de armas", precisó.
Por su parte, las milicias palestinas han continuado hoy sus ataques con cohetes, varios de los cuales impactaron esta mañana en Beer Sheva, sin causar víctimas.
Esta localidad, situada a 37 kilómetros de Gaza, estaba fuera del alcance de los proyectiles palestinos hasta ayer, en lo que supuso el más lejano disparo desde la franja y que llevó al Ayuntamiento a suspender hoy las clases escolares.
Los grupos armados de Gaza han aumentado la lejanía de sus lanzamientos al disponer de cohetes del tipo Grad, introducidos por piezas a través de túneles subterráneos desde el Sinaí egipcio para luego ensamblarlos en la Franja.
Estos proyectiles tienen mayor alcance y precisión que los habituales Al Kasam, construidos con cañerías. Cuatro israelíes han muerto por estos ataques desde el inicio de la ofensiva el pasado sábado.
La inteligencia militar de Israel cree que ha destruido en los últimos bombardeos un tercio del arsenal de cohetes de las milicias palestinas, que sitúa ahora en unas 2.000 unidades.