En mis años de estudiante universitario de la carrera de comunicación
social escuché a uno de mis maestros de redacción decir que las
crónicas periodísticas sin firmas, no son responsabilidad del medio,
sino de quien las envía.
Hace un rato que, a través de notas de prensa, venimos escuchando
hablar al ingeniero Miguel Vargas, interactuando con el público en el
enfoque de diferentes temas.
Yo me pregunto: ¿Qué tiempo le durará el oxigeno oficial, para que
este político se mantenga al frente de una entidad, cuyos organismos
lo han suspendido? Miguel Vargas está confundidos y lejos de darse
cuenta que su postura es errónea a optado por quedarse solo, hablando
a través de ventrílocuos.
El ingeniero Vargas, debe entender que las notas de prensa preparadas
por Nelson Marte y Wilfredo Alemany, no lograrán sensibilizar a las
bases irredentas del PRD, que han dicho que la hora de la profilaxis
ha llegado al partido blanco.
Fueron los de abajo los que sufrieron en carne viva la desidia y el
desdén de un grupo que no se integró a la campaña del PRD.
Fueron los chiquitos, de las zonas, de los campos y las ciudades, a
quienes les prolongaron la sed de poder.
Fue a la vilipendiada militancia perredeísta, la que a pie, bajo
lluvia y sol, la que se montó en la patana que despreció Miguel, la
que hoy saborea con amargura la derrota, gracias al menosprecio, la
indiferencia y el desaire.
Mientras en el PRD su liderazgo se sepulta, Miguel Vargas cuenta con
el espaldarazo de un sector del PLD, quien le devolvió el favor que le
hizo.
Aunque la Casa Nacional del PRD permanezca encadenada y bajo estrictas
medidas de seguridad encapuchada, cuenta con decenas de oficinas
políticas nacionales, direcciones y frentes de masas, las que por
demás, lucen vacías, porque sus dirigentes son, en su mayoría,
miembros de la comisión política y del comité ejecutivo nacional.
Fueron estos organismos los que tomaron la firme decisión de suspender
a Miguel Vargas como presidente de esa entidad política.
Que a nadie le quepa duda, el PRD es parte de la nación dominicana.
Son más de setenta años de historia y de lucha por las libertades
públicas. Ni los vientos huracanados del trujillato, ni la hecatombe
balaguerista de los 12 años pudieron arrodillar al glorioso e
imbatible Partido Revolucionario Dominicano.
Miguel Vargas y la prensa
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page