Usain Bolt ganó el oro en la final de 100m apuntándose además el récord olímpico con un tiempo de 9.63, superándose a sí mismo (9.69 en Pekín) y sólo cinco centésimas por encima del récord del mundo (9.58) que también ostenta él.
Bolt revalidó el oro olímpico con una ejemplar carrera en la final de los 100m lisos por delante de Yohan Blake, plata con 9.75, y el estadounidense Justin Gatlin, el más rápido en las semifinales con 9.82, pero que en la final se quedó con 9.79.
De los diez participantes, siete finalizaron por debajo de los 10 segundos, al igual que en la semifinal, la más rápida de la historia de los Juegos Olímpicos. Solo la lesión de Asafa Powell durante la carrera de la final evitó que esa media bajara todavía más en la prueba definitiva.