Diversos sectores de la sociedad dominicana levantan sus voces contra las intenciones que tiene la empresa multinacional Falconbridge de extraer níquel en Loma Miranda, de la central provincia de La Vega.
Políticos, científicos, estudiantes, campesinos y pobladores del lugar opinan sobre los daños de tales planes y piden su fin para beneficio del entorno, de manera especial en la región del Cibao.
El diputado Aridio Vásquez, del gubernamental Partido de la Liberación Dominicana por el territorio, solicitó al cardenal Nicolás de Jesús López que se pronuncie sobre las afectaciones que pretende ocasionar la referida empresa.
Como vegano ilustre y preocupado por los más sanos intereses del pueblo dominicano, el religioso está en el deber de asumir una posición firme en relación con el problema, consideró el legislador.
A su juicio, López debe estar, junto a varios sacerdotes católicos, instituciones y legisladores de la comunidad, en primera fila para evitar la destrucción de Loma Miranda.
Eleuterio Martínez, miembro de la Academia de Ciencias de Dominicana, opinó que esa área debe estar protegida pues el 72, 82 y 85 por ciento de sus plantas, reptiles y anfibios, respectivamente, son exclusivos del lugar.
Por su parte, ejecutivos de la empresa minera entregaron a legisladores un estudio sobre el impacto ambiental de la explotación de la mina de ferroníquel que asegura la inexistencia de daños en la extracción del mineral.
Según comunicaron a los miembros de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, se sembrarán 132 mil 631 árboles en la zona depredada para facilitar dichos trabajos.
Esas plantas, expuso el gerente de Minas, Geovanny Lois, garantizarán la sostenibilidad de los suelos y evitarán la contaminación de los sistemas acuíferos de las proximidades de Loma Miranda.
Como empresa transnacional, Falconbridge llegó a este país en 1955, hizo las primeras exploraciones, y 16 años después comenzó la explotación de metales bajo la denominación local de Falconbridge Dominicana.
