Se fue, finalmente 2008, ese año que colmó de inseguridades e incertidumbres a muchos hogares dominicanos. No obstante, aseguran los ancestros que ningún tiempo futuro puede ser peor y que si algo diferencia al ser humano del resto del mundo animal, es su afán de avanzar, luchar por un mundo mejor y saber “que algo existe más allá del absurdo”.
Quizás debemos aferrarnos más aún a “las herramientas” espirituales y a nuestros propios conceptos éticos y de nación. Se impone la necesidad de multiplicar con fuerzas inenarrables las energías de la evolución interna, que conduce a lo externo; de lo particular, a lo general; al enfrentamiento sin treguas ante lo que mal funciona.
Porque no hay otro camino. La República Dominicana merece un futuro digno y de acuerdo a su estructura histórica y su razón de ser, debe cumplirse este noble propósito en un futuro no lejano. Sólo así honraremos nuestras raíces.
De fuentes pasadas bebemos la sabiduría y experiencias que nos hacen mejores seres humanos. Por eso compartimos a continuación con nuestros lectores estos pensamientos filosóficos, ante todo humanos, de grandes seres que dejaron su sapiencia y sus luchas a favor de la humanidad y con las cuales pretendemos iniciar un nuevo año de vida para nuestra nación:
Juan Pablo Duarte dijo: “Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.
Otro regalo pleno de sabiduría es este pensamiento de Juan Pablo II: “El respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho, incluidos los de la libertad”.
Concluimos con José Martí y esa máxima de: " O la república tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por sí propio, el ejercicio integro de sí, el respeto, como de honor de familia, al ejercicio íntegro de los demás, la pasión, en fin, por el decoro del hombre, o la república no vale una lágrima de nuestra mujeres ni una sola gota de sangre de nuestros bravos”.
DominicanosHoy prosigue su andar junto a ustedes y reitera su fe en el futuro de cada uno de los hijos e hijas nobles de esta hermosa nación.