París (EFE).- La policía investiga la muerte de tres niños, de 9 y 16 años y un tercero de sólo tres meses, hallados hoy muertos junto con su madre, de 38 años, informó a la prensa el jefe de sección de la gendarmería de Gironda, Franck Crispino. Las víctimas yacían desde hace varios días en su domicilio de las afueras de Burdeos, en el suroeste de Francia, cerrado desde el interior, precisó.
Los gendarmes fueron alertados por el hermano de la fallecida, inquieto al no tener noticias suyas. Un cuarto hijo de la víctima sobrevivió a la tragedia, pues había sido confiado a un tío suyo hace unos días, explicó.
El pasado 23 de diciembre, los gendarmes se acercaron una primera vez hasta la vivienda, pues el perro de los fallecidos, había pasado la noche en un balcón exterior y los vecinos creyeron que había sido olvidado o abandonado allí por la familia, que pensaban que estaba de viaje, según explicaron a la prensa.
Los gendarmes llamaron entonces a la puerta, pero al ver que no la abría nadie hicieron sacar el perro por la Sociedad Protectora de Animales, confirmó la gendarmería.
Los investigadores no excluyen ninguna posibilidad en el origen de estas cuatro muertes, incluido el drama familiar, por lo que están interrogando a los diferentes padres de los niños fallecidos, precisaron.
El diario Sud Ouest, el primer medio que divulgó el suceso, precisaba que había restos de sangre en los muros de la vivienda, y que la madre había sido hallada con la cabeza encerrada en una bolsa de plástico, sobre sus hijos, echados en la cama como si estuviesen durmiendo.