Resulta deprimente constatar las necesidades y penurias en que viven los moradores de los diferentes barrios del municipio de Bayaguana, en la Provincia Monte Plata, ante la mirada indiferente del gobierno y las autoridades responsables de impulsar el bienestar y desarrollo de la comunidad.
Las calles deterioradas, las cuales en época de lluvia se convierten en lodazal y en tiempo de sequía, la polvareda no permite mantener abiertas las puertas de las empobrecidas casitas, construidas de zinc, madera y otras de concreto a medio terminar, lo que aumenta aun más el sofocante calor que se registra en el verano caribeño.
Tal es el caso del sector La Tormenta, donde sus pobladores carecen de los servicios básicos y oportunidades de progreso, debido a que no existen fuentes de empleos que les permitan a jóvenes y adultos realizar un oficio para satisfacer sus necesidades económicas.
Asimismo, el servicio energético se ha convertido en un dolor de cabeza, ya que reciben ocho y 10 horas de apagones continuos, afectando los pocos negocios que se encuentran en la barriada y que tanto sacrificio les costó a sus propietarios.
En ese sentido, la comerciante María Avelino, propietaria de un puesto en el mercado municipal, sostuvo que además de las ventas estar lentísimas, los apagones acaban con una gran parte de la mercancía que oferta, como embutidos y carnes, provocando la quiebra paulatina de su única fuente de sustento.
De igual opinión es Luís Aquino, carnicero en el mercado, quien se mostró horrorizado al ofrecer un análisis de venta de los últimos 5 años y comprobar que en los últimos 24 meses, las pérdidas generadas por la crisis económica han mermado sustancialmente su negocio.
“No le había dado mente, pero las ventas han bajado en un 75%. A esta hora (2:00pm), en otro tiempo, había despachado toda la carne que tengo en el congelador y mira, ni siquiera he terminado con la que está en el mostrador”, razonó Aquino.
Otro mal que afecta a los olvidados bayaguanenses es la ausencia de lugares recreativos y deportivos, especialmente para los jóvenes, quienes no cuentan con cancha, ni play donde ejercitarse y alejarse de los vicios.
Además de todo esto, la cantidad de adolescentes embarazadas y que optan por abandonar sus estudios, significa más pobreza en los hogares de La Tormenta, al convertirse en una carga extra para sus progenitores, ya que regularmente el padre de la criatura no quiere hacerse responsable, o está en igual o peor condición.
Así lo expresó la señora Alejandrina Sepúlveda, ama de casa, quien vive con varios nietos en su humilde hogar y comentó que en muchas ocasiones no tienen para comer, por la precariedad que le ahoga.
Breve reseña
El pueblo fue fundado en el año 1606 por los habitantes de los pueblos de Bayajá y Yaguana (actual Port-au-Prince y Fort-Liberté, Haití), destruidos por orden del Rey Felipe III de España para combatir el contrabando que existía en esa zona. Estas destrucciones fueron conocidas como las Devastaciones de Osorio, debido a que ocurrieron bajo la administración del gobernador Antonio de Osorio. Los colonos de ambas comarcas fueron reasentados en la ciudad de Bayaguana.
Este pequeño y laborioso poblado, que tuvo sus momentos de gloria por ser la única comunidad ecológica del país, ya que producía hortalizas, rubros agrícolas y azúcar orgánica, ha pasado a formar parte del exclusivo círculo de miseria de la tercera provincia más pobre de la República Dominicana.
El viejo ingenio “Santa Rosa”, que durante años produjo miles de toneladas de azúcar orgánica para la exportación, y que fue orgullo de los lugareños, dejó de moler. Sucumbió cuando se produjo la crisis financiera del Banco Intercontinental (Baninter), entidad que financiaba sus operaciones.
Otra razón de distinción para los bayaguanenses es Salto de río Comate, donde acuden centenares de personas a disfrutar de un baño en sus frías aguas. También están las aguas de Comatillo, Salto Alto, en Sierra de Agua, entre otros. A su vez, es parte de uno de los principales parques nacionales: el Parque Nacional Los Haitises.
Riqueza hidráulica que está amenazada por la represa de la cuenca del río Comate, la cual será usada para el proyecto Unidad Fronteriza de Producción Piscícola, que consiste en la crianza de camarones, tilapias y alevines; pero el asunto está en que este afluente es el único abastecimiento de agua con el cual el municipio.
Entre sus hijos sobresalientes se citan al General Eugenio Miches, meritorio soldado de las guerras libertadoras dominicanas. También el General Elías Wessin y Wessin, quien, entre otros cargos, fue secretario de las Fuerzas Armadas Dominicanas; el sacerdote Monseñor Juan Severino Germá; el médico y diplomático José Dolores Mejía; el sindicalista y diputado Juan Hubieres; el periodista y locutor Luis Laforch; el abogado, locutor y pastor Jorge Alejandro Vásquez; el señor Isaac Ogando, propulsor del deporte en esta comunidad; Rafael Morla de la Cruz, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, entre otros.
Pese a la adversidad, Bayaguana tiene la esperanza de que el nuevo gobierno peledeísta ponga su mirada y corazón en esa zona, que clama a gritos la ayuda que nunca ha llegado, para que esa comunidad vuelva a ser orgullo de sus munícipes.
Bayaguana: de la gloria a la pobreza extrema
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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