El economista Arturo Martínez Moya sugirió al gobierno reorientar el gasto y reducir el consumo superfluo, con el fin de disminuir el impacto que se prevé tendrá sobre el empleo la caída del consumo en los primeros meses del 2009.
Sostuvo que el gobierno no sólo debe pensar en una política para mantener el empleo, sino para mejorarlo, porque es evidente que habrá una reducción en la ocupación privada.
Entiende que se debe implementar el gasto social y dirigirlo al mantenimiento de obras, como puentes, caminos vecinales y carreteras, para generar trabajo rápido y poner la gente a producir.
Según las perspectivas, el consumo en los primero meses del 2009 estará muy por debajo de lo que fue entre los meses enero- junio del 2008, en cuyo período el aumento del consumo estuvo matizado por el movimiento de dinero durante la campaña electoral.
Bajo el entendido de que el consumo es el 80% del Producto Interno Bruto, entonces hay que esperar una recesión de la economía en los primeros seis meses del año 2009, y no hay forma que no sea así, porque se están dando la circunstancias y las estructuras para que sea ese el comportamiento.
Definitivamente, el principal impacto en la economía será un aumento en el desempleo, así como problema en la balanza de pago, debido a que habrá una reducción de la divisa, que a su vez podría tener implicaciones en la tasa de cambio.
Martínez Moya indicó que el gobierno está en la obligación de reducir sus gastos y ponerlo de acuerdo a los ingresos y la nueva coyuntura que se esta viviendo, porque eso podría tener implicaciones muy serias sobre el tipo de cambio de la moneda.
Sostuvo que el gobierno debe olvidarse de construir grandes obras, como el Metro, ya que no generan empleos y lo único que hacen es contribuir a crear problemas sociales, presionando el tipo de cambio y la tasa de interés en detrimento de la economía privada.
“El gobierno debe posponer este tipo de obra y priorizar el gasto social dándole prioridad al mantenimiento de obras”, consideró el economista.
