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Danilo, la Policía y el senador

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Las leyes se elaboran y se aprueban para conseguir, básicamente, tres objetivos:

1-  Para regular desafíos sociales, como por ejemplo, las relaciones de la policía con la sociedad.

2-  Para incentivar la economía, es decir, para abrir las posibilidades a nuevos negocios; como por ejemplo, las leyes que crearon esos centros de esclavitud moderna llamados “zonas francas”.

3-  Para castigar un delito; como por ejemplo, las creadas para desmantelar las bandas militares que se robaban los vehículos y se adueñaban de ellos bajo el alegato de que “les fueron  asignados”.

Bajo la tutoría del Senador Manuel Paula, se está discutiendo el proyecto de Ley Orgánica de la Policía Nacional. Si hay algo en que el presidente electo Danilo Medina debe dejar las huellas de sus manos bien marcadas es en la estructuración de  una nueva policía nacional. En la actualidad la mayoría de los delitos los cometen las bandas militares o alguien dirigido por ellos.

Muy pocos delincuentes se arriesgan a cometer delitos importantes sin tener la protección de los cuerpos armados. Ese fenómeno no solo se da aquí, es un fenómeno mundial.

Y la solución que se ha encontrado y la que ha probado mejor su eficiencia, es la de constituir unidades policiales por ciudades, pequeñas, mientras más pequeñas mejor,  independientes una de otras, de manera que el jefe de la policía del Distrito Nacional no pueda darle orden al jefe de la policía de la ciudad colonial o que el jefe de la policía de Hato Mayor, por ejemplo, no pueda darle orden al del Valle y este al de Sabana de la Mar. Lo ideal es que funcionen como un departamento de los ayuntamientos y que la relación entre toda la policía nacional sea única y exclusivamente a través de las informaciones que comparten en la red, medio en el cual si deben estar bien aliadas.

Normalmente, la policía se corrompe, es un hecho mundial y lo que permite el que estén organizadas en pequeñas unidades es que cuando se corrompen las autoridades van y la desmantelan totalmente, sin que esto represente un peligro ni para la sociedad ni para el cuerpo en su conjunto. Pero cuando la Policía es Nacional el delincuente policial siempre tiene un jefe superior que lo protege y lo traslada cuando está caliente.

Estructurada de esa forma, la formación de nuestros futuros  policías debe pasar entonces a los departamentos legales de nuestras universidades, debe ser una carrera. El policía debe ser contratado mediante un acuerdo el cual,  además de darles buen salario y buen beneficio, se le incluyen cláusulas en las que se le advierte: si te corrompe lo pierde todo.

Con el Ejército hay que hacer algo similar: Construir pequeñas unidades provinciales bajo el mando de los gobernadores y la Marina debe pasar a ser parte del departamento de biología marina del Ministerio de medio ambiente, donde cumplirán una labor científica, no militar, asegurándose de que nuestros turistas y el pueblo tienen  para su disfrute limpias y buenas playas.

No creo que sin tener el mando, sin haber asumido el poder, Danilo Medida pueda estructurar esta ley en la forma como hay que hacerlo. Le pido entonces al compañero Manuel Paula que deje eso para después del 16 de agosto, cuando tendremos un presidente que no cree en que si enfrenta la delincuencia de los cuerpos armados “lo matarían”.

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