Las nuevas generaciones de peloteros cubanos que nutren al béisbol de Grandes Ligas actual, levantan la mano para decir presente en la edición 83 del Juego de Estrellas, y en el caso de la cita del próximo 10 de julio, en Kansas City, es el relevista de los Rojos de Cincinnati, el zurdo Albertín Aroldis Chapman, o, simplemente, Aroldis Chapman, quien lleva la bandera de la pelota perlaantillana.
Nacido hace 24 años, en Holguín, Cuba, el espigado serpentinero, mientras sudaba a chorros, luego de un trabajo físico previo a la primera confrontación del equipo de Dusty Baker y el de Don Mattingly, en Chávez Ravine, habló con ESPNDeportesLos Angeles.com, feliz, como un par de castañuelas, por su nominación:
«Sí, estoy muy contento, porque es apenas mi segundo año en Grandes Ligas, y eso me hace sentir muy orgulloso, muy contento de poder estar entre todos esos grandes jugadores. Y, bueno, considero que este logro se debe al progreso grande que he tenido desde que llegué a este país, pues creo que he avanzado mucho,» presumió Chapman, quien dio un repaso al procedimiento de su selección.
«En el caso de los lanzadores, los puntos los dan los managers y los jugadores, y eso me alegra, porque eso quiere decir que entre todos los equipos se valora mi trabajo.»
Efectivamente, Aroldis va a su primer Juego de Estrellas, por la vía del voto combinado de jugadores, managers y de sus asistentes, los timoneles de las novenas estelares, en este caso Tony La Russa y Ron Washington, lo mismo que de MLB.
Y en la categoría de lanzadores de relevo, el joven serpentinero cubano obtuvo el mayor número de votos, con 239, superando por dos a Craig Kimbrel de los Bravos de Atlanta, así como al apagafuegos de los Piratas de Pittsburgh, Joel Hanrahan, que recibió 106 votos.
Chapman también estuvo por encima de los tres relevistas selecciondos por la escuadra estelar de la Liga Americana: Jim Johnson, de los Orioles de Baltimore, con 171, Chris Pérez, de Indios de Cleveland, que obtuvo 151 y Fernando Rodney, de Rays de Tampa Bay, con 119.