El presidente de la Confederación Nacional de Distribuidores de Pollos (Conadipollo), Eleccio Caraballo, ha previsto que paralizarán las ventas de dicha carne si no se escucha su reclamo sobre el precio real que deben ofertar las granjas para que los consumidores puedan adquirirlo a un costo justo.
Si se tiene en cuenta que tradicionalmente esta carne blanca, por demás, muy nutritiva, forma parte elemental en la dieta diaria de las familias dominicanas y sus precios asequibles- hasta el momento-, han ayudado a mantenerlo en la preferencia, la noticia no puede ser más inquietante.
Que Caraballo exhorte a la población de abstenerse de consumirla si los productores no bajan los precios, no resulta una medida correcta. Lo ideal sería solucionar las cosas sin afectar el consumo de dominicanas y dominicanos y que el Gobierno preste atención y participe directamente en un tema tan delicado.
Solo hay que pasar la mirada por los precios de cada uno de los productos que integran la canasta familiar, para darse cuenta de cuánto se han elevado los costos. Si encima se perjudica el “pollo nuestro de cada día”, ¿cómo va a nutrirse la mayoría, que no puede acceder a otros alimentos, privilegio nutritivo de un sector exclusivo de la sociedad dominicana?
Ojalá haya respuestas positivas inmediatas y se mantenga la preciada carne en las mesas de los hogares mayoritarios.
Carne de pollo en peligro
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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