Llama a la atención la aclaración que hace el escritor Miguel Guerrero, quien dijo mediante una carta que comunicadores ligados al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lo cuestionaron sobre una acostumbrada reunión que éste realizara en su casa con periodistas, políticos y personalidades de la vida nacional, los cuales lo acusaron de conspirar contra el “triunfo” de Danilo Medina.
Si hay algo preocupante es que son los propios periodistas que se están oponiendo y haciendo acusaciones infundadas sobre complots inexistentes, sin tener en cuenta que vivimos en un país democrático.
Guerrero aclaró que: “durante muchos años, he hecho una costumbre reunir en mi casa a un grupo de amigos, en su mayoría periodistas, para escuchar a personalidades de la vida nacional, en el campo de la política, los negocios, la cultura y el deporte. En ocasión de la puesta en circulación de algunas de mis obras, las reuniones han sido con libreros y críticos literarios”.
Que en “cada campaña electoral, las citas me permitieron tener en mi residencia a candidatos y políticos. El actual presidente fue en 1996 uno de esos invitados, tan cercano a las elecciones que llegó a acusárseme de parcialidad. Por casi dos años, he intentado sin éxito de hacerla con Danilo Medina. Las gestiones con el candidato del PLD, a través de uno de sus voceros, Rafael Ovalles, quien por mucho tiempo compartía los comentarios en mi programa y a quién confié por respeto a las ideas ajenas el segmento de entrevistas, el más importante del espacio, no recibieron respuesta”.
Intimidar a la gente pretendiendo hacer ilegal reunirse pacíficamente con un candidato, espiando a los ciudadanos en sus hogares, sin dudas que es una situación peligrosa y muy similar a lo que se hace en las tiranías. Esas prácticas parecían borradas de la mente de los dominicanos; pero, el afán de poder hace que algunas personas, sin medir las consecuencias, la retrotraigan a la realidad y eso deja mucho que decir.