México se prepara para celebrar el VI Encuentro Mundial de la Familia, durante los próximos días 14 al 18 del actual mes y el papa Benedicto XVI invita a rezar por quienes participarán en la trascendental cita, en tanto que él la seguirá paso a paso a través de oraciones e intervenciones y se comunicará por medio de las videoconferencias.
Realmente, esta será una “gran reunión familiar (…) que hará emerger la belleza de encontrarse entre familias de todas partes del mundo, unidos por la misma fe y el mismo compromiso…", aseguró el sucesor de Juan Pablo II.
Corresponde a México tal reflexión en conjunto y muchas naciones del mundo estarán representadas en una convocatoria que debe tocar aspectos muy sensibles de la subsistencia humana, pues en todo el desarrollo social está implícita la familia. Cada pena que afecta a un individuo, repercute en los hogares como fenómeno consecutivo e inherente.
Entre las más de 1.500 millones de personas en el mundo que viven momentos difíciles en este año 2009, a causa de la desaceleración del crecimiento económico o recesión, están las familias dominicanas.
La Organización Mundial de Trabajo (OIT) y la UNESCO, denunciaron el pasado año que, “al margen de la crisis económica internacional, millones de niños malviven en la pobreza, sin acceso a la educación y excluidos siquiera de imaginar el futuro”: miles de esos menores desprotegidos son dominicanos.
El informe mundial de la OIT indica los salarios reales de millones de trabajadores en todo el mundo reducidos en esta etapa y sin esperanzas de pronta recuperación. En franca paradoja con quienes cobran sueldos inimaginables en el país, miles de familias dominicanas padecen este mal.
La OIT expresa: "El crecimiento lento o negativo, combinado con la alta volatilidad de los precios de los alimentos y la energía, erosionarán los ingresos reales de muchos trabajadores, lo que afectará a las familias más pobres". Entre esas familias afectadas están las dominicanas, y de igual forma son aludidas, aunque no sean nombradas en el informe de la UNESCO.
Las instituciones internacionales se lamentan de la inamovilidad o poca reacción de los gobiernos frente a la crisis internacional que sufre la educación. La ONU alerta sobre esto y refiere los países en desarrollo, donde “uno de cada tres niños ingresan en la escuela primaria con problemas de desarrollo cerebral como consecuencia de la malnutrición y con perspectivas menguadas”.
Las familias sufren las anorexias políticas de los gobiernos y la manera irresponsable con que se tratan los temas más susceptibles que afectan con rigor a los sectores vulnerables de cada nación.
Ojalá las autoridades dominicanas sigan de cerca el VI Encuentro Mundial de la Familia, como lo hará el papa Benedicto XVI y, además de rezar por soluciones, adopten formas concretas de soluciones inmediatas. Las familias dominicanas necesitan con urgencia de algo así en 2009.
