Tremendismo e Irresponsabilidad

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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La campaña electoral en que nos encontramos inmersos ha sido empañada por el tremendismo y las denuncias irresponsables que han proferido dirigentes políticos contra sus adversarios.
 
Esa modalidad de desviar la atención para no enfocar de manera responsable los reales problemas que afectan a la población dominicana son parte de los aspectos que serán tomadas en cuenta por el electorado dominicano el próximo 20 de mayo,  a fin de elegir el Presidente  que dirigirá los destinos de la nación durante los venideros cuatro años.
 
A la sociedad dominicana no le interesa que los políticos debatan ante ella sus problemas personales, ni mucho menos, que se estén sacando los trapitos al sol, como si se tratara de individuos de baja monta, que animados por un fin mercurial se han caído a la gata con puño, a fin de defender el pan que se le escapa de las manos.
 
Esas grabaciones, esas acusaciones infundadas y esas denotaciones personales, nos dan a demostrar que estamos ante politiqueros que son capaces de lo peor por alcanzar o mantener el poder, y esas son de las cosas que indignan y rechaza la sociedad dominicana, la cual aspira a tener hombres y mujeres que conduzcan con prudencia, elegancia y altura a los partidos políticos y que cuando se les dé la oportunidad lo hagan de igual manera desde los diferentes estamentos del Estado.
 
Con esa desfasada y arcaica modalidad de hacer política estos ignorantes del estudio del comportamiento y la conducta humana, solo van a lograr que la gente sensata y prudente, que es una enorme cantidad de dominicanos, se abstenga de votar y de participar en esa actividad tan noble a la que tienen derecho todos los ciudadanos, que es el partidarismo político.
 
Todavía estamos a tiempo de cambiar el rumbo que hasta el momento ha llevado la presente campaña electoral y que de acuerdo al sentir de la inmensa mayoría del pueblo dominicano, le ha faltado el ingrediente de contenido programático dirigido a buscar soluciones a los problemas que acogotan a la nación dominicana.
 
A partir de ahora,  los principales partidos políticos han presentado sus respectivos programas de gobierno al electorado nacional, deberían enfocarse en la discusión de los mismos y explicarle a la sociedad dominicana el contenido de los programas, a fin  de que los votantes que se encuentran indecisos los evalúen a fondo y tomen una decisión de cara al evento del próximo 20 de mayo.
 
Los políticos deben demostrar mayor madures en medio de la presente campaña electoral y no seguir dando noticiones, como ha ocurrido hasta el momento, de ser más incapaces que los votantes que aspiran a conquistar, porque si nos detenemos a evaluar el comportamiento de la población  en sentido general respecto al de algunos candidatos presidenciales, podríamos concluir en que el de la ciudadanía ha sido más ejemplar.
 
De todo lo que ha estado aconteciendo en todo este período de campaña y, que ha tenido mucha incidencia en la parte negativa y que el pueblo dominicano reprocha de los partidos políticos, es la presencia en el escenario político nacional de las mismas figuras que han acompañado a los candidatos presidenciales de las principales fuerzas políticas de la nación, situación a la que se atribuye de alguna manera el curso que ha llevado el proceso electoral.
 
A esa situación que produce malestar y preocupación, también se añade el comportamiento del presidente de la Junta Central Electoral, el cual con algunas actitudes y aptitudes ha agregado incertidumbre al montaje de las elecciones del 20 de mayo y que en esta parte del proceso ha contribuido a menguar el crédito ganado por ese organismo en las ultimas contiendas electorales que ha tenido el país.
 
En definitiva, el comportamiento que adopten a partir de ahora, tanto los candidatos, dirigentes políticos que los acompañan en sus campañas electorales y los miembros de la Junta Central Electoral que tienen a su cargo el montaje de las elecciones presidenciales del 20 de mayo, será determinante en la conducta que asuman los seguidores de los partidos políticos y los resultados de los comicios.