En la afanosa carrera por el poder que proporciona la banda tricolor, se escuchan expresiones que la lengua adelanta la razón, dicen cosas que se arrepienten en silencio. El adversario en acecho del que habla sin discernir, lo crítica como hazmerreir, disparatoso.
Las células en oxidación aún recuerdan las lecturas de los perennes maestros clásicos griegos, empleando la palabra Páthos como perturbación. Movimiento violento del ánimo o del cuerpo contrario a la recta razón y a la naturaleza. Un impulso vehemente sin control, alejado del equilibrio de un estado normal, que presenta la persona ignorante, tonta o presumida.
El presidente doctor Joaquín Balaguer en su accionar de silencio, distanciado de los periodistas a quienes permitía acercarse de acuerdo a sus planes y circunstancias, con ideas claras, precisas, en suavidad dejaba escuchar sentencias como esta: “si quiere conocei a Mundito dale un caiguito”. En el hablar cibaeño aplicaba al primer sabio griego Tales de Mileto, 585 A.C, quien inventó las estaciones del año y lo dividió en trescientos sesenta y cinco días.
Cuando ejercíamos las funciones de Edecán militar, estuvimos en el despacho del presidente Joaquín Balaguer acompañando a los señores doctor Gregorio Marañon Moya, doctor Carlos Lleras Restrepo, ex presidente de Colombia, almirante Elmo Zumwalt, jefe de operaciones navales de los Estados Unidos, señor Alfonso de Borbón, duque de Cadiz, contraalmirante César Augusto Gizzete, secretario de Relaciones Exteriores de Argentina y el señor Henry Kissinger, secretario de Estado de los Estados Unidos. Era estar en la Stoa Poikilis, escuela estoica, 300 A.C escuchando a Zenón de Citio, instruir a sus discípulos acerca de la Boúlesis, como el deseo de la razón expresada en forma equilibrada. El maestro indicaba que la naturaleza impulsa a la Boúleis, que es la voluntad, la cual define en el sabio como un deseo regulado.
En esas visitas al presidente Joaquín Balaguer, nuestra observación era el dominio de la recta razón sobre los actos humanos. Yo pensaba que Balaguer era sabio.
Nuestro invitado de hoy, Zenón de Citio: “Es mejor resbalar con los pies que con la lengua”.
El autor es vicealmirante de la Marina de Guerra.
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