El conteo es ya regresivo. De un lado y otro se suscitan hechos que pasarán de múltiples maneras a la historia eleccionaria de la nación, donde ya se cuentan decenas de anécdotas y no todas dignas de ser repetidas entre quienes deben decidir con sus votos quién ocupará la silla presidencial.
Desde las aún desconocidas responsabilidades del senador por San Juan de la Maguana y cercano colaborador de Leonel Fernández, Félix Bautista, acusado de escándalos de corrupción gubernamental, hasta las más recientes revelaciones de diálogos telefónicos grabados a Pepe Goico, sobre posibles conspiraciones contra el Gobierno haitiano, o las de Gómez Mazara, en detrimento del presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Vargas Maldonado, de un lado y otro la campaña se torna caliente y nada limpia.
Encima, existen denuncias, como la del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, sobre “la información de que el PRD está preparando unas fuerzas de choques para el 20 de mayo, con el objetivo de crear desórdenes a nivel nacional en centros de votación”.
Más allá de la campaña mediática y de acusaciones entre ambos bandos, existe ese peligro mayor de que el partido oficialista utilice las grabaciones telefónicas presuntamente “ilegales”, contra miembros del principal contrario y habría que ver si se trata de una intercepción con fines judiciales y de seguridad, ¿o…?
Intercepciones “¿legales?” en campaña
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