A pocas horas de concluir la Semana Santa y cuando se pensaba en una reducción considerable de fallecidos en estos días que debían ser de recogimiento y reposo; pero, que siempre concluyen con muertes evitables y lutos en los hogares, tuvo lugar un incidente que afeó, además, la campaña política.
Pese a que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), culpa a los representantes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), del altercado que tuvo lugar en la autopista de San Víctor, Moca, provincia Espaillat, nada justifica que ambas organizaciones políticas lleguen a situaciones tan alarmantes, sobre todo después de haber firmado el pacto de no agresión y campañas sucias.
A la indisciplina, que pudo presenciar la población que se trasladaba desde diferentes puntos geográficos, se suma el descrédito que no debía acompañar a los contendientes de tal actividad política, tras haberse llamado a una tregua en estos días santos y cuyas consecuencias sumaron una defunción y varias personas heridas por balas, botellazos y pedradas.
Aproximadamente a un mes de ejercer el sufragio, muchos se preguntan si podrán garantizarse el orden y la paz en las urnas y más allá de las violaciones ocurridas, los jefes de campaña debían sentarse a dialogar e intentar convencer nuevamente a sus seguidores de que el debate debe ser de ideas y no de puños y tiros.
¿Pacto de caballerosidad o de violencia?
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