“Esto es una alianza, cada quien en su casa, es un acuerdo político electoral”. Palabras más palabras menos, así comienza la entrada del “Cacique” Hatuey de Camps a la campaña de Hipólito Mejía, candidato del Partido Revolucionario Dominicano y, ahora, además de otras organizaciones políticas, del Partido Revolucionario Social Demócrata. Demostrando una vez más que Hipólito Mejía Domínguez es el político más acabado que tiene el partido blanco. Hatuey tiene una deuda con el PRD.
No por aquello de que Hatuey fue la pieza clave para la derrota del PRD en el 2004, que mando a votar por el diablo y/o su familia, menos por Hipólito Mejía; que hace unos días dijo que “es como apoyar al que menos ha robado”, en comparación con el PLD. Pero más reciente aun, Hatuey de Camps se destapa diciendo, anticipadamente, que hay un empate técnico entre Danilo y Mejía, coincidiendo con la encuesta del PLD (que favorecía a Danilo) que salió unos días después, ¿estrategias personales?
Si no, porque Hatuey es un viejo zorro de la política, una boca grande, un excelente orador, un polemista de altas luces, de conocimiento profundo de todos los actores de la política dominicana. El Cacique creció políticamente a la zaga de José Francisco Peña Gómez, uno de los más grandes líderes de masas que ha dado Latinoamérica, del cual fue su alumno y Secretario General. Sobrino de Joaquín Balaguer, sin lugar a dudas el más profundo conocedor del poder y el manejo de las redes del Estado Dominicano en el siglo pasado; contra el cual encabezo sus luchas estudiantiles desde la FED (Federación de Estudiantes Dominicanos).
Margarita, y todo el Comité Político del PLD son, sin dudas. “el diablo y su familia” de que hacía mención del cacique en el 2004. La llegada de Hatuey a la campaña fue una excelente jugada de Papa Hipólito Mejía, de Amable Aristy Castro, del ex sindico de Santiago, de Rodríguez Pimentel, y en fin de todos los reformistas que vienen a dar un impulso final a la campaña de Hipólito que venía perdiendo energía bajo el empuje de miles de millones de pesos invertidos por el Gobierno, por la Primera Dama y candidata Vice-Presidencial y por la propia campaña de Danilo. Es 10 a 50 que esta la inversión en anuncios de radio y televisión, en vallas y afiches.
Ante la ausencia de Miguel Vargas, Presidente del Partido Revolucionario Dominicano, quien a pesar de haber renegado de los resultados de la Convención de Marzo del 2011 con o sin razón (la historia se encargara de esclarecer); a pesar de haber acordado la proclamación de Hipólito Mejía como candidato del partido del jacho prendió, a pesar de haberlo inscrito en la junta, de haber acordado recibir el 50% de los puestos en el “gobierno”; le ofreció la amnistía al Dr. Esquea Guerrero (expulsado), a pesar de haber nombrado una Comisión de Integración para crear los Comandos de Campaña con su gente.
A pesar de todo lo que no menciono que sirven como razones a su favor; el Presidente del PRD no se ha integrado a hacer campaña junto al candidato de su partido; eso sin dudas le está causando distracciones y malestar a las bases del partido, por más que se diga que no importa, los perredeistas saben que si; por ello la llegada de Hatuey de Camps viene a quitarle importancia a la ausencia de Miguel Vargas; y como dicen en las bases del partido, “Si ganamos sin él, pierde importancia como líder y si perdemos por él lo odiaremos”.
El Presidente Fernandez ha prometido obras por miles de millones de pesos que comprometen todo el periodo y cuidado si llega al 2016 cuando pretende volver al poder. Es todo el gobierno invirtiendo en todos los renglones, agricultura paga deudas y promete canales, siembras y compras; obras publicas pavimentando calles y carreteras que tenían 10 años intransitables; Salud Publica reinicia operativos médicos en campos y barrios; la primera dama dando a diestra y siniestra para operaciones, arreglo de casas, utensilios de cocina. La tarjeta solidaridad no ha fallado en los últimos meses, el bono gas llega puntual; la gasolina no ha subido de precio más; el gas licuado no ha subido en los últimos cinco meses.
Así como están las cosas, el candidato del PRD y todo su equipo está haciendo una superba campaña de enormes proporciones históricas; sí es cierto, está en juego la democracia dominicana, sí es cierto que de ganar el PLD, no solo tendremos una dictadura constitucional, sino que los partidos de oposición quedarían debilitados y divididos (imagínese un PRD perdido el 21 de mayo), un Partido Reformista con la mitad aquí y la otra allá, el PRI, el PNVC, en fin tomen sus propias conclusiones.
El Comité Político del PLD ha maniobrado hacia ese campo, apoderándose de todos los organismos constitucionales, corrompiendo todos los estamentos y poniéndoles precios a todo el que se venda. Ser juez y parte nunca ha sido bien visto por la democracia; pero en Santo Domingo el Estado está propiciando unas elecciones donde el ejecutivo inaugura obras y construye a toda máquina a fin de apuntalar a su candidato y la JCE, dirigida por un cuadro del mismo partido, no dice nada referente a esa aberración. Y la primera dama, gastando a manos llenas desde su despacho de funcionaria.
Por eso creo que el Presidente del PRD, ese que ya hecho agua al vino cuando levanto la mano derecha (o izquierda) de Hipólito Mejía como candidato; ese Miguel Vargas que dijo que no iba a traicionar a Peña Gómez dividiendo al PRD; ese que trabajo durante seis años para levantar y organizar al partido blanco y ponerlo en condiciones de ganar el 20 de Mayo próximo con el #1 en la boleta; ese Miguel Vargas que dirigió a miles de hombres y mujeres bajo una filosofía de primero la gente, de progreso; de institucionalidad y democracia, es hora de pensar en el futuro de todos, especialmente del pueblo trabajador.
Las bases del PRD no aguantan 4 u 8 años más de peledeísmo, el pueblo trabajador que sufre en carne propia el desastre económico que han instaurado los totalitarios del Comité Político morado; prefiero mil veces, cien mil veces, doscientas mil veces al compañero Hipólito Mejía en la presidencia de la Republica, que a ese levanta manos de Danilo Medina dirigido por el Rey Leonel primero. En la Republica Dominicana hay un solo grito de guerrera, el cambio va y Llegó Papá!
