Latinoamérica tiene los ojos puestos en la visita del papa Benedicto XVI a México y Cuba, quien en la tierra azteca exhortó a avanzar sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el derecho del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia.
También dijo el Sumo Pontífice que pedirá a Dios y a la Virgen de Guadalupe por todos aquellos que sufren resentimientos y diversas formas de violencia.
Joseph Ratzinger ha hecho varias declaraciones, en las cuales habla de buscar formas para avanzar sin “traumas”. Ya Juan Pablo II, quien dejó una buena opinión de su recorrido por la nación cubana señaló en «La Isla Fascinante», como la describió el profesor Juan Bosch: «Que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba».
Más allá del respeto a la libre determinación en el sistema político y religioso de la isla grande, estos intercambios, sin duda, favorecen ese clima de intercambios y diversidades que enriquecen a los países, su cultura y caminos hacia el desarrollo.
En el decir del Maestro: “unidad de criterios no significa servidumbre de opinión”. No hay que pertenecer a la misma fe, ni militar en organizaciones políticas únicas o semejantes para mantener y reproducir el respeto que merecen los unos y los otros.
De resultados se hablará al final de esta, la más importante actividad del Vaticano en el año 2012. Esperemos y pensemos con el razonamiento de la lógica, sin que perturbe eso que llaman razón y que cada quien cree tener a su favor.
El papa en México y Cuba
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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