La proliferación de vallas publicitarias en la que exhiben mujeres semidesnudas, con miradas y poses insinuantes, colocadas en todo el casco urbano de la capital dominicana, se ha convertido en parte habitual del paisaje con el que debe coexistir el ciudadano, sin importar que esos anuncios contengan publicidad morbosa, que atenta contra las normas y buenas costumbres de la sociedad.
Pese a que existe un organismo que regula la instalación de dicha publicidad en los espacios públicos, resulta común encontrar este tipo de propaganda en el territorio dominicano.
En ese sentido, el propio director de la Dirección de Tránsito y Movilidad Urbana del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Ángel Segura, expresó: “lo que hacemos es que cuando detectamos una publicidad que afecta las buenas costumbres lo notificamos a la empresa y ante cualquier denuncia que se presente por parte de los ciudadanos, nosotros somos los responsables de ordenar que se desmonte”.
Ángel Segura aclara que la entidad que dirige es la encargada de controlar y monitorear este tipo de propaganda y afirma que aunque las vallas publicitarias pueden aparentar ser inofensivas, resultan en ocasiones más peligrosas que los anuncios transmitidos por otros medios de comunicación, debido a que son vistas por todos y no tienen regulación de horarios.
“Recientemente, retiramos varias vallas que contenían mensajes ofensivos a los Reyes de España y a una religión, también actuamos con rapidez en el retiro de la promoción de los calendarios de algunas “megadivas” por su contenido perturbador”.
Esta modalidad de publicidad se auxilia principalmente del sexo femenino para promocionar sus productos, usando a las mujeres como objeto lascivo, a fin de llamar la atención de los consumidores y futuros clientes masculinos, denigrando el papel y valor que con tanto sacrificio han ganado las féminas en el mundo.
En ese tenor, la defensora de los derechos de la mujer, María de Jesús Pola Zapico (Susi), considera como una práctica preocupante la explotación de estas imágenes, porque da el mensaje de son “objetos sexuales” y que están al servicio de los hombres en cuerpo y belleza.
“La consecuencia directa de esto es el aumento de la violencia basada en el género, gran escalada que está preocupando al país por el número exagerado de feminicidios. Una de las causas del incremento es el uso de las mujeres en las publicidades y su consecuente cosificación”, manifiesta Pola.
En las calles
En diferentes calles del Distrito Nacional hay algunas vallas con un alto contenido de morbosidad que pasan desapercibidas ante el organismo regulador.
El artículo 60 de la Resolución emanada del Reglamento de Publicidad Exterior del Distrito Nacional establece la prohibición de mensajes que puedan distraer o dificultar de manera ostensible o peligrosa la atención de los conductores respecto al manejo de los vehículos y la percepción de las señales de tránsito, o que adopten formas o colores propios de la señalización vial.
Sin embargo, en el Elevado de la 27 de Febrero con Duarte, una mujer con ropa íntima y en pose provocativa promociona la apertura de un club nocturno; mientras que en la Avenida Abraham Lincoln, otra fémina, supuestamente de las bailarinas que integran el equipo de beisbol del Escogido, invita a celebrar los años glorioso de esa entidad, vestida apenas con unos pantaloncillos totalmente descubiertos y una suave camiseta. También en el Estado Quisqueya permanece aun una valla con una imagen similar, súper provocativa.
Ante esta situación, personas consultadas por DominicanosHoy.com, manifestaron que es un acto denigrante la forma en que los publicistas usan a las mujeres para vender sus productos, olvidando que es un ser humano que merece mucho respeto.
En ese sentido, Altagracia Zapata, maestra de Educación Física, indicó que solo el hecho de que la mujer sea la madre de la humanidad, es suficiente para merecer todo el valor que su condición le otorga: “no concibo que para vender un producto tengan que desnudarla como un objeto llamativo”, sentencia.
De igual opinión es Enrique Cáceres, mayordomo, quien entiende que además de minimizar a la mujer, esas imágenes pueden provocar accidentes de tránsito por su contenido fuera de tono.
Muchos de los entrevistados expresaron desconocer que en el país existiera un organismo que regulara ese tipo de publicidad, debido que no se da a conocer y también porque permite la permanencia de tales imágenes.
Aunque no se han reportado accidentes por esta causa, no está de más que el organismo competente tome las medidas necesarias para impedir que vallas como esas continúen colocadas en zonas estratégicas, donde no se protege la inocencia de los niños y pone en peligro la vida, tanto de los transeúntes, como de los conductores.
Publicidad morbosa a la orden del día
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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