Duarte.- Hasta el ecosistema y el medio ambiente se verán seriamente afectados por la manera atropellante con que las autoridades pretenden construir una pista de aterrizaje en unas 4 mil tareas de tierras, que se proponen despojar de forma abusiva a los herederos de Joaquín Antonio Ortega Casado en San Francisco de Macorís.
Del despojo ilegal de los terrenos se acusan mutuamente el director del Departamento Aeroportuario, Andrés Van Der Horst y miembros del Consejo Regional de Desarrollo de la provincia Duarte. Uno de estos dos organismos manejaría la pista de aterrizaje y es el dueño de la propuesta.
La familia Ortega Casado acusa a Van Der Horst de cabildear el decreto 638-08, de fecha 13 de octubre de 2008, que declara de utilidad pública los terrenos de su propiedad y ordena al Departamento Aeroportuario pagar la indemnización correspondiente por los mismos.
Sin embargo, el director del Departamento Aeroportuario dijo a principios del año 2008 que el gobierno no tenía dinero para comprar los terrenos para construir la pista de aterrizaje, y dejó abierta la posibilidad de pagarlos con la plusvalía.
DominicanosHoy.com se trasladó a San Francisco de Macorís y comprobó que las autoridades locales conciben, sin marcha atrás, la idea del proyecto, y han vendido su importancia a los francomacorisanos, sin explicarles la destrucción y depredación masiva que esto conlleva.
Prácticamente el total de las tierras están actualmente en avanzada producción agrícola y ganadera. El resto está siendo preparada para la siembra. Y no se descarta escasez de diversos productos del agro en la provincia Duarte, si algún día, estos terrenos dejan de sembrarse.
De concebirse la pista, la depredación de árboles será sin precedentes e incluirá muchos sembrados hace más de 100 años. Además, en el centro se observan torres energéticas de alta tensión colocadas por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).
También la destrucción de esos terrenos, altamente productivos, y ubicados a seis kilómetros de la ciudad, afectará sustancialmente el río Jaya, que cruza por el centro, alimentando entre 35 y 40 bombas de agua. Asimismo, desaparecerían los arroyos la Yaguiza y El Caño.
Entre los productos que se cultivan están: café, maíz, frutas, legumbres, plátanos, Arroz, yuca, cebolla, batata y cacao, este último hasta para la exportación. Las tareas sembradas de plátanos rondan las 1,200 y mil de arroz.
De cada tarea de arroz se obtienen seis sacos del cereal y los cortes de plátanos se hacen cada 10 y 12 días. Las tareas son estimadas en RD$200 mil cada una.
Cada cultivo está separado por una hilera de árboles, bien tratados y sembrados. Con sus respectivos caminos vecinales construidos por la familia Ortega Casado.
El terreno es altamente arcilloso, es decir, acondicionarlo para construir la pista de aterrizaje resultará bastante costoso. Estas tierras tienen más de 100 años en poder de esta familia, y de ellas se sustentan cerca de 50 parceleros y sus familias.
La construcción de la pista de aterrizaje en esos terrenos afectará también el Proyecto Aguayo, una población de gente horrada, amable y trabajadora, situada a 6 kilómetros del m0unicipio de San Francisco de Macorís en la República Dominicana. Tiene 21, 000 habitantes.
Es un complejo habitacional construido en principio para 241 parceleros beneficiarios del proyecto Aguayo.
Fue entregado en abril de 1984 por el presidente de turno doctor Salvador Jorge Blanco aún sin terminar, y a pesar de todo más del 90% se mudaron ese mismo año.
Próximo a los terrenos de los herederos de Joaquín Antonio Ortega Casado y el proyecto Aguayo está Sabana San Diego, localidad donde se construyó una pista aérea en tiempos de Trujillo, pero esas tierras fueron invadidas por familias pobres.
Todo comenzó cuando a principios de 2008, las autoridades se le acercaron a la familia Ortega Casado y le manifestaron el interés del Consejo Regional de Desarrollo de la provincia Duarte de hacer un aeropuerto en sus propiedades.
La familia indica que nadie se ha hecho responsable de ese decreto 638-08, que declara de utilidad pública esos terrenos, porque nadie se ha acercado a conversar con su familia. “Una camioneta se apareció a la finca y amenazaron a unos primos que estaban trabajando”.
Entienden que la provincia Duarte tiene más prioridades de obras vitales que un aeropuerto. “Nos faltan escuelas, hospitales, clínicas, vías para sacar los productos hacia la ciudad”.