La República Dominicana y Haití poseen no sólo cercanía geográfica, sino que mantienen un intercambio comercial que coloca al vecino país como uno de los primeros socios de importancia. Hasta se han empleado datos posibles de alcanzar para 2012 una cifra de US$1,000 millones en dicho intercambio.
Por Dajabón pasan más de 800 productos dominicanos hacia el territorio haitiano y está concebido como el más significativo punto de intercambio económico informal entre ambas naciones, un mercado bilateral que mueve cada día unos 25 millones de pesos.
La estabilidad de Haití significa, sin duda, un sostén mercantil y social para la población dominicana. En estos momentos se habla de colaboración en materia turística y no es la primera vez que se ofrece ayuda en beneficio de múltiples sectores en la hermana tierra.
Los ministros de turismo de Haití y República Dominicana, Stephanie Balmir y Francisco Javier García, respectivamente, prevén un acuerdo de trabajo técnico institucional en esa importante rama.
Esperemos que las relaciones bilaterales que ahora marchan a toda popa no se vean afectadas por los últimos acontecimientos reflejados por la prensa internacional, donde se involucran importantes funcionarios dominicanos y haitianos, responsabilizados de emplear recursos en la reconstrucción haitiana, tras el terremoto, dinero que parece no estar donde debe.
Las relaciones económicas, de turismo, escolares y de todo tipo deben continuar. Eso sí, con las cuentas claras.
RD y Haití: cuentas claras
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