Resulta que criollos procedentes de los Estados Unidos, expulsados por causas que implicaron homicidios y “crueles ajustes de cuentas entre miembros de carteles de la droga antagónicos”, arribaron a Madrid e integraron bandas con nombres tan sugerentes como: “Los Metrallas” y “Los Tigres”, entre los que ya se conocen.
Lamentablemente, quienes protagonizan estas criminalidades en ese país europeo, para nada representan a la verdadera sociedad dominicana, esa que trabaja día a día y lucha por tener un mejor país.
Precisamente, mientras en la República Dominicana se han abierto fuertes frentes para luchar contra el narcotráfico y la delincuencia, cada día se sufren más las consecuencias de quienes trafican, matan y cometen las más viles fechorías.
Aun cuando comparemos las cifras con Centroamérica y aparezca el índice de homicidios en el país por debajo de algunos otras naciones, la realidad marca que en el año que recién concluyó, se registraron 2 mil 513 homicidios, 41 más que en 2010.
Duele, además, que de los 2 mil 513 crímenes cometidos en 2011, 129 eran menores de edad, mil 439 de ellos tenían entre 18 y 34 años.
De manera que allá y acá hay que denominar la situación como alarmante y lamentar que el sicariato trascienda las fronteras. ¿Cuánto habrá que dedicar a labores preventivas, educación e instrucción en escuelas y hogares, para entender que el camino de las drogas solo lleva al bajo y terrible mundo que involucra horrendos crímenes, secuestros y mucho más…?
Y, encima, se globaliza…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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