La denuncia formulada por el comunicador Marcos Martínez, contra la primera Dama Margarita Cedeño de Fernández, sobre una supuesta cuenta de más de 43 millones de euros en un banco de Dinamarca, pone un punto dudoso sobre la recién iniciada oficialmente campaña electoral.
De un lado, la Cedeño de Fernández, a su vez candidata a la Vicepresidencia de la República, por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), anunció que interpondrá una demanda por difamación.
En tanto que Martínez asegura tener pruebas y afirma que no se retracta de su acusación.
El problema va más allá de Martínez y Cedeño. La sociedad dominicana transita un período electoral largo y desgastador, aun cuando la Junta Central Electoral acaba de anunciar oficialmente su inicio, hace mucho tiempo que la campaña conmueve campos y ciudades.
Frente a los dos representantes de los partidos principales contendientes, los posibles votantes, quienes debían estar inmersos en los análisis esenciales que implican las propuestas de gobierno, para llevar a cabo su selección, tienen que girar la atención a problemas que pueden ensuciar el proceso, ¿ esclarecerlo? o desviar el sentido que corresponde a momentos tales.
Quizás, cuando todo concluya: si son ciertas o no tales pruebas de cuentas bancarias en bancos extranjeros; si el comunicador fue acertado o no en sus denuncias, aflorará la verdad y la pregunta será ¿cuánto ganamos, perdemos, nos desgastamos y desviamos en un proceso que debía ser institucionalmente democrático y capaz de devolver a dominicanas y dominicanos la confianza en sus políticos?
¿Campaña sucia, dudas, o dilucidación?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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