Muy a pesar de las dificultades y vicisitudes por las que atraviesa el sector donde resido, aun así nos sentimos orgullosamente satisfecho de vivir en el por casi 50 años.
A la gente del sector 27 de Febrero, localizado en el centro de la parte alta del Distrito Nacional la hemos visto, a puro esfuerzo, construir sus viviendas, celebrar sus logros y llorar sus derrotas.
En esta oportunidad quiero resaltar a dos figuras nacidas y desarrolladas en el barrio 27 de Febrero, quienes por su talento, arrojo y disciplina hoy ocupan lugares de preponderancia en la barriada y en la sociedad.
Nos referimos al mayor general piloto, Gilberto Santiago Delgado Valdez, Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) y al ex receptor de Grandes Ligas, Henry Mercedes.
Gibo, como le llamamos al jefe de la FAD, es un digno representante del sacrificio, la perseverancia y la disciplina de todo joven que se traza metas para alcanzar objetivos en la vida.
Es mucha la alegría que sentimos cuando una persona de nuestra misma generación y del barrio ha escalado significativos peldaños.
Gilberto Santiago es el hijo número siete de doce hermanos que procrearon don Librado Delgado y doña Consuelo Valdez, ambos ya fallecidos.
La familia Delgado Valdez, vivió con su hogar propio, por mucho tiempo en el empobrecido sector Loma Del Chivo, del barrio 27 de Febrero.
Henry Mercedes Pérez, ex cátcher de Grandes Ligas y de los Leones del Escogido, en la pelota dominicana, aun vive en el sector 27 de Febrero junto a su madre, esposa e hijos.
Henry fue disciplinado en una familia deportiva, hijo de la profesora Ana Hortensia Pérez y del extinto empresario Pedro Antonio Mercedes, además sobrino de Luis Mercedes, presidente de la Liga Mercedes.
Henry es uno de los miembros privilegiados del reducido grupo de peloteros que ha sacado la bola de cuadrangular por encima del paredón verde de los 411, del vetusto Estadio Quisqueya del ensanche la Fe.
Los seres humanos tenemos una agenda que cumplir, por lo tanto la pobreza, las limitaciones económicas y las deficiencias no son óbices que nos impiden triunfar.
Gibo y Henry son dos figuras emblemáticas del barrio las cuales se pueden imitar, ambos vinieron del piso, pero como el ave fénix se levantaron y hoy a fuerza de tropiezo, lucha y sacrificio supieron forjarse su propio destino.