Durante la «Semana de la Educación Superior», que recién concluyó en la capital dominicana, llevada a cabo en la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), estuvieron reunidas autoridades educativas dominicanas y extranjeras para analizar la situación de la enseñanza en la región y, particularmente, salió a relucir durante el desarrollo de la mesa redonda: “Calidad y medición de la educación: estudio de los exámenes PISA”, las debilidades del país en este trascendental renglón del desarrollo de cada nación.
Certeras las palabras del director del Centro de Medición de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Jorge Manzi, quien se refirió a las deficiencias de la educación dominicana, aunque aclaró “que se nota la preocupación de las autoridades competentes por mejorarlo y adoptar nuevos métodos que sean más eficientes”.
Indudablemente, Manzi no se equivoca cuando señala que el principal problema de los países latinoamericanos es que sus gobiernos dedican muy poco del presupuesto nacional a un área bastante costosa, sensible y estratégica como es la educación.
Si bien las ministras en Educación coincidieron en que se necesita aunar esfuerzos y ya se conocen los diagnósticos para solucionar el serio problema del régimen educacional dominicano, la interrogante sería ¿habrá que esperar otro evento internacional como éste, para escuchar una vez más lo que ya se sabe?
Consciencia, pero…
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