“Las lenguas cambian de continuo, y lo hacen de modo especial, son una obra viva que se esfuerza en reflejar la evolución registrando nuevas formas y atendiendo a las mutaciones de significado”, señala la presentación del diccionario digital de la Real Academia Española.
La RAE se mantiene acompañada de veintiuna Academias con las cuales integra la reconocida, Asociación de Academias de la Lengua Española, cuyos integrantes “trabajan mancomunadamente al servicio de la unidad del idioma tratando de mejorar y actualizar con especial cuidado, un diccionario de carácter panhispánico” porque este Diccionario otorga un valor normativo para el habla española. **
Esos cambios sustanciales que se avizoran con las declaraciones de especialistas de la Academia de la Lengua, también determinan nuevas esencias en el uso cotidiano de las palabras. Aún impacienta la circulación por las redes sociales, de deformaciones lingüísticas en la obstinada resistencia patriarcal contra las nuevas acepciones, como, la inútil polémica por las palabras: presidenta y presidente.
Es un hecho ineludible, se va enriqueciendo el lenguaje cotidiano al disminuir el uso sexista. Ya se aprecian alentadores resultados en la publicidad, en los textos de profesionales de la locución, en radio y televisión, en ciertos materiales publicados en la prensa escrita que, reclama repensar para hallar un léxico incluyente, ante el absurdo de publicar imágenes de mujeres opinando, con un texto en masculino: “los vecinos declaran. Nuestros lectores denuncian”.
Ya existen múltiples hipótesis de la lengua castellana, se elaboran manuales y se ofrecen talleres, propiciados por el Instituto Colimense de las Mujeres y con entidades estatales, que proponen nuevas maneras de decir para incluir la presencia física de las mujeres.
La obstinación presenta intransigencias unas veces sutiles y otras, más evidentes, como en el caso de propio diccionario de la RAE:
La palabra juez, designa a persona que tiene autoridad y potestad para juzgar y sentenciar. Miembro de un jurado o tribunal. Persona nombrada para resolver una duda… En el caso de jueza: Mujer que desempeña el cargo de juez. Mujer del juez (como si fuera atributo académico).
Resultan sorprendente las definiciones de madre y padre muy alejadas de la realidad: Padre, Varón o macho que ha engendrado. Respecto de sus hijos (se omite hijas). Macho en el ganado destinado a la procreación. Cabeza de una descendencia, familia o pueblo. Madre Hembra que ha parido. Con respecto de su hijo o hijos (se omite hijas).Título que se da a ciertas religiosas. Matriz en que se desarrolla el feto. Causa, raíz u origen de donde proviene algo.
La definición pone en riesgo todos los proyectos que se desarrollan para las madres jefas de familias ignoradas en el texto, donde se otorga esa condición exclusivamente al padre. Madre es aquella que por parto o cesárea tuvo sus hijos e hijas. ¿Qué nombre recibirán quienes merecen otro reconocimiento por su acción profesional, maestras, ingenieras, científicas o dirigentes políticas servidoras de la voluntad popular?
No es cuestión de referirse de manera excluyente o globalizadora a uno u otro sexo. La propuesta se fundamenta para mejorar el reflejo de la realidad excepcional que vivimos hombres y mujeres juntos, inmersos en los cambios radicales de la sociedad. No son formas a flor de piel, son mutaciones esenciales de las palabras para promover el cambio en la participación social responsable, como reclamarán los próximos procesos electorales.
*Maestra en Ciencias de la Comunicación.
** http://buscon.rae.es/draeI/
Mutaciones de significados y mejor reflejo social
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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