Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), en lo que va de año, unas 3,010 personas han muerto por la enfermedad en el país, de ellas 2,470 con edades entre 15 y 49 años.
Aunque la representante de Onusida para República Dominicana y Cuba, Ana María Navarro, aseguró que han disminuido nuevas infecciones del virus aquí, el criterio de una mayor inversión en la prevención sigue siendo indispensable.
Los datos indican que 3,820 personas más se infectaron con la enfermedad este año, para un total de 58,130 portadores del virus.
Fuentes consultadas afirman que en comparación con la mayoría de los países de África y las cercanas islas del Caribe, la mayoría de los países latinoamericanos no han enfrentado todavía una epidemia en gran escala de SIDA.
Pero, ello no significa un triunfo, pues si no se adoptan pronto las medidas adecuadas de prevención, la incidencia de la enfermedad podría alcanzar proporciones epidémicas.
Se habla de perfeccionar los sistemas de atención de salud y que cada política estatal en la Región se dirija a enfrentar las dimensiones de este problema que es el VIH/SIDA.
Para República Dominicana, entre muchos otros retos, este es uno de los que más apremia. María Navarro precisó que se necesitaban unos 24 mil millones de dólares para la respuesta global a la pandemia y en el 2010 solo estaban disponibles 10 mil millones.
El hecho de que la nación aparezca como país de ingreso medio alto,
según el Banco Mundial, “limita mucho el flujo de recursos externos”, por lo que el Estado debe asumir los costos de estos tratamientos.
Como siempre, la cuenta no da: las cifras marcan un sentido de la realidad y la verdad revela otro ángulo, que para nada favorece a las 54 mil personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humano en Dominicana, de los 34 millones que existen a nivel mundial.
La perenne batalla contra el SIDA
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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