Un estudio de la Fundación Ricky Martin, dado a conocer en la universidad de Puerto Rico, reveló que el pasado año el negocio de la trata humana se triplicó en el mundo hasta alcanzar US$ 96 mil millones, convirtiéndose en el segundo crimen de mayor lucro después del narcotráfico.
La cifra es sorprendente y preocupante.
Se entiende como trata humana la contratación de personas, en su mayoría mujeres, las cuales son llevadas de países de economías pobres a otros de mayor desarrollo, donde las someten al ejercicio de la prostitución y a otros tipos de trabajos despiadados.
A esas personas, redes internacionales de malhechores las ilusionan con “ayudarlas” a salir de la miseria, a través de contratos de trabajo que resultan ser ficticios, por lo que terminan esclavizándose.
Lo peor de todo es que los organismos internacionales (ONU, OEA, Amnistía Internacional, entre otros) y los gobiernos de las naciones que aportan las víctimas observan la problemática como una realidad ajena a ellos, actitud que termina siendo “caldo de cultivo” del crimen organizado internacional.
Debe llamar la atención al mundo para que se solidaricen con las víctimas de la trata humana, haciendo algún aporte a las naciones pobres a fin de que desarrollen programas de educación elemental, cursos técnicos y otras actividades productivas, ya que las personas que suelen ser presas fáciles de los traficantes, son aquellas que poseen baja formación académica y situación económica pésima.
Dominicanoshoy.com sugiere a nuestros lectores decir ¡Sí a la condición de personas y No a la trata humana!