En los últimos años, en la República Dominicana hemos observado cómo algunas instituciones del Estado han logrado crecer y desarrollarse a la par con muchas del sector privado, e inclusive superarles en cuanto al manejo administrativo y organizacional, desde el punto de vista institucional.
El contribuyente o ciudadano dominicano que suele visitar para los fines que considere posible algunas de esas instituciones del Estado, indudablemente que se queda maravillado y orgulloso de que en nuestro país tengamos dependencias gubernamentales que funcionen con la decencia, la pulcritud, prontitud y delicadeza que requieren las personas que demandan un buen servicio.
Sin lugar a dudas, que uno de esos lugares del Estado dominicano en que nos debemos todos los ciudadanos de esta media Isla sentirnos orgullosos de visitar y recibir sus servicios es el Banco Nacional de la Vivienda y Fomento de la Producción, BNVFP, que dirige el ingeniero Federico Antún Batlle, quien ha demostrado ser un gerente exitoso de la cosa pública.
Nunca como ahora, ese Banco del Estado dominicano había trascendido en materia de realizaciones de iniciativas positivas para la sociedad dominicana, y eso se lo debemos a la visión de un profesional que como Quique Antún, acudió al mismo a entregarse de cuerpo y alma a convertirlo en un modelo a seguir y a imitar dentro de lo que es el esquema de la administración pública.
Del BNVFP era muy poca cosa lo que sabíamos en la sociedad dominicana, y a penas lo percibíamos como una pequeña institución financiera sin mayores trascendencias en comparación con los demás bancos nacionales, pero al llegar Federico Antún Batlle, a su dirección su florecimiento como institución demoró menos que lo que dura un grano de maíz en un gallinero.
La transformación que ha sufrido el Banco Nacional de la Vivienda y Fomento de la Producción, no solamente se ha visto en el cambio de sus siglas y en el funcionamiento fino y delicado de sus oficinas administrativas, sino también en la gran gama de proyectos que financia en todo el país, beneficiando a través de ellos a los dominicanos que califiquen, sin importar banderías políticas, clases sociales ni religiosas.
Vale recordar y destacar, que las políticas que ha puesto en marcha en el BNVFP, Federico Antún Batlle, han sido las mismas actitudes, místicas y visiones desarrollistas, que puso en práctica durante los cargos que desempeñó durante los últimos gobiernos del fenecido presidente Joaquín Balaguer, las cuales incubó durante su experiencia como presidente de la Juventud Reformista que dirigió en su momento y que posteriormente le garantizó un pasaporte a la Secretaria Política y finalmente a la presidencia del PRSC.
Esa combinación de entrenamiento político y manejo de la función pública, ha dado como resultado la esplendorosa gestión que ha venido desarrollando al frente del Banco Nacional de la Vivienda y Fomento de la Producción, que como fruto de ese trabajo hoy día ese banco ha sido tomado en cuenta en la presente campaña electoral como posible iniciativa a seguir desarrollando para beneficio de la colectividad nacional.
Sin embargo, debemos de reconocer que ese crecimiento y esa transformación que ha sufrido el BNVFP para beneficio de la sociedad dominicana, han significado un sacrificio para el ingeniero Federico Antún Batlle, quien ha relegado sus aspiraciones políticas para hacer que esa institución haya logrado el sitial de primerísima posición que ocupa en el ranking de la banca nacional.
Desde luego, es de esperarse que el éxito obtenido con las acciones que ha emprendido en el BNVFP, en el ingeniero Antún Batlle, en vez de perder pueda salir ganando, porque al final de su gestión los dominicanos le reconoceremos que le dejará al país un instrumento que continuara aportando sus beneficios al desarrollo nacional.