Durante el período de celebraciones e instalación y elaboración del Reglamento del Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción , se produjo un acontecimiento que marcó el desarrollo histórico de la institución y el recuerdo imperecedero de sus fundadores, al fallecer repentinamente uno de los hombres que mas contribuyó a su creación.
Ramón Guerra, quien participó junto a los comisionados que dieron seguimiento al proyecto de creación del FOPEJUTRASICO, murió de un Infarto Cardíaco, en la Clínica Rodríguez Santos, luego de haber entregado el reglamento al dirigente sindical Eduardo Alexis, quien a modo de chanza le dijo:”no te mueras ahora, que yo no tengo traje blanco para ir a tu velorio” Y por lo visto ocurrió lo peor.
La trascendencia del sacrificio, el esfuerzo humano y el trabajo realizado por Guerra, en pro de la consecución de la ley que creo al Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción , merecieron el reconocimiento de todos sus pares del Consejo Técnico de Administración y Control y de los dirigentes nacionales del sector de la Construcción , quienes honraron su memoria al designar el Salón de Sesiones de ese organismo con el nombre del insigne luchador.
La desaparición física de Ramón Guerra, lejos de provocar el desaliento y el desinterés de los trabajadores de la Construcción , que se trazaron como meta la creación del FOPEJUTRASICO, encendió en ellos la llama latente del amor por la institución, a tal punto que el personal que laboraba en el área administrativa era pagado mensualmente con los aportes hechos por cada concejal, dada la responsabilidad que asumieron para no dejar que pereciera el instrumento social que habían fundado a favor de los trabajadores del sector.
De todas maneras, el Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción continuó sus operaciones desde el 1986 hasta el 2003, en la segunda planta del edificio de la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción , FENTICOMMC, hasta que adquiere su propia sede central, en la calle 5 numero 6 del Ensanche Miraflores del Distrito Nacional, tras superar los inconvenientes económicos que marcaron sus inicios.
En medio de tantos sinsabores y los afanes por lograr vencer los obstáculos que se le han presentado a lo largo de toda su historia, los promotores del FOPEJUTRASICO lograron la comprensión de funcionarios como Julio Cesar Castaños Espaillat, Juan Arístides Taveras Guzmán, ex secretarios de Trabajo y de los primeros presidentes de la institución, quienes a pesar de las infamias y las calumnias que les dijeron contra el organismo, interpretaron fielmente el sentir de los trabajadores de la Construcción al crear el instrumento de protección social de que disfrutan hoy día los trabajadores.
Fue el propio Castaños Espaillat, quien durante una reunión del Consejo Técnico de Administración y Control, les informó a los trabajadores de la Construcción , asignados a ese organismo, que había recibido la denuncia de que ellos eran personas incultas, problemáticas y de difícil trato con las autoridades, situación que al paso del tiempo comprobó que no era cierto, porque durante las sesiones de trabajo, lo que hizo fue aprender como marchaba uno de los sectores mas dinámicos de la economía nacional, como es el de la Construcción.
Fue así como las acciones de los trabajadores de la Construcción y el manejo transparente con que se ha venido llevando a cabo el Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción permitieron que el doctor Julio Cesar Castaños Espaillat se decidiera a trabajar y a dedicar gran parte de su esfuerzo personal en lograr la consolidación de un sueño que en principio había surgido del deseo y las aspiraciones de los Trabajadores de la Construcción y luego de haber salido de la Secretaría de Trabajo, se convirtió en uno de los principales asesores profesionales de la institución y el más ferviente defensor de su existencia, por la naturaleza de su labor social.
El respaldo solidario de una figura tan prestante de la sociedad dominicana, como la de Castaños Espaillat abrió las puertas para que otros sectores y personalidades de nuestro país empezaran a ver con respeto y consideración la labor que a favor de los trabajadores del Sector de la Construcción había venido desempeñando el FOPEJUTRASICO, y es así como el también prestigioso abogado Juan Arístides Taveras Guzmán, continúa esa mística de trabajo y buenos entendimientos que había implantado su antecesor conjuntamente con los concejales en el Consejo Técnico de Administración y Control.
Esos años de buena convivencia y esfuerzos mancomunados, llevados a cabo conjuntamente por las autoridades del gobierno y los Trabajadores de la Construcción , le permitieron sin lugar a dudas al Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de la Construcción , consolidarse como la gran institución que es hoy día, logrando ser autosuficiente en su mantenimiento corporativo y financiero y mantener un ritmo de pensiones que aumenta cada año, de acuerdo a la demanda de los sindicatos y empresas constructoras, así como por la disponibilidad de recursos generados por la ley 6-86.
Continuará.