Según las noticias de estos días, continúan en todo el país los operativos de cierres de distribuidoras y farmacias, así como la confiscación de medicamentos falsificados.
Resulta que distribuidoras no reconocidas por Salud Pública en el país, expenden medicamentos, principalmente en los hospitales, lo cual constata que no funciona la cadena de distribución nacional.
El doctor Bautista Rojas Gómez, secretario de Salud Pública, afirmó en el programa de Nuria Piera “que hay personas importantes detrás de estos problemas con la falsificación de los medicamentos”, y si bien admitió que desde diciembre del pasado año se confrontan tales violaciones, investigaciones al respecto, realizadas por la periodista, reflejan que desde 2006 ya existían.
El sector farmacéutico señala que los medicamentos falsificados mueven en el país, un mercado de RD$800 a RD$1,000 millones al año, en perjuicio de la sociedad dominicana.
Un interesante trabajo de Carlos Machado, acerca del mercado farmacéutico en el mundo, afirma que se mueven unos 200.000 millones de dólares al año, “…monto superior a las ganancias que brindan la venta de armas o las telecomunicaciones”.
Quiere decir que “por cada dólar invertido en la fabricación de un medicamento se obtienen mil en el mercado”. Y si bien, como plantea Machado, las multinacionales farmacéuticas saben que andan en uno de los mercados más monopolizados del planeta, las mafias farmacéuticas de aquí, no han dejado pasar la oportunidad de “ganar dinero fácil”.
Lo terrible es que las consecuencias son irreparables y hoy se habla de pacientes fallecidos, entre ellos una niña, así como otros afectados.
Las Asociaciones de Productores Farmacéuticos (ARAPF), la Industrias Farmacéutica Dominicana (INFADOMI) y Farmacéutica Dominicana, se han quejado por la negligencia de la Secretaría de Salud Pública en el caso, pues como bien ha expresado la presidenta de INFADOMI.
Laura Castellano, se trata de práctica criminal, de quienes llevan a cabo tales actos y también de las instituciones llamadas a contrarrestarlas.
Esperemos respuestas contundentes en los días que siguen.