París.- Francia celebró hoy su primera Fiesta de la Gastronomía con más de 4.000 eventos programados en todo el país para impulsar la cultura culinaria gala, protegida desde el año pasado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
La iniciativa, que se adjudicará la fecha del 23 de septiembre de cada año, festejó el primer día del otoño emulando el espíritu de la popular Fiesta de la Música, que se celebra cada 21 de junio en Francia, explicó el artífice del proyecto, el secretario de Estado de Turismo, Frédéric Lefebvre.
El tema de esta primera edición fue la tierra, un símbolo de la naturaleza como fuente de alimentación y una alusión a los productos de la región, explicaron los organizadores de un evento dedicado al sector agroalimentario, responsable de 250.000 empleos en el país del mundo que más turistas recibe cada año.
Entre los millares de proyectos para celebrar la cocina francesa, que van desde talleres culinarios en las escuelas hasta degustaciones en los aeropuertos, destaca la primera participación de un ministro en un programa de telerrealidad.
Fredéric Mitterrand, titular de Cultura, se colocó el delantal para participar en la emisión «La cena perfecta», de la cadena «M6» para preparar ante la cámara y en las cocinas del Palacio Real un tajín de pollo.
Además de la televisiva intervención del ministro de Cultura, otros nombres propios participaron en la celebración de la cocina gala, como los reputados chefs Alain Ducasse o Anne-Sophie Pic, que a través de la fórmula «todos al restaurante» propusieron un menú gratuito por cada menú consumido en sus restaurantes, reconocidos entre los mejores del mundo por la Guía Michelin.
Otros, como los cocineros de Relais & Châteaux, abrieron las puertas de sus cocinas para que el público pudiese describir los secretos de sus recetas y revelaron sus composiciones en su página web.
Un productos tan característico de la cocina francesa como la «baguette» participó en la fiesta a través de la idea del Instituto Nacional de la Panadería y Pastelería de comercializar barras de pan «ad hoc» para el evento, siguiendo recetas tradicionales normalmente en desuso y revitalizadas para este 23 de septiembre.
También la Torre Eiffel, el estandarte más emblemático de Francia, se sumó a la Fiesta de la Gastronomía, con una degustación del tradicional gigantesco guiso de alubias y carne denominado «cassoulet» en el primer piso del monumento.
Cocina no profesional, productos «bio», cenas literarias o talleres solidarios para jóvenes autistas… y así hasta superar las 4.000 variopintas iniciativas que quieren demostrar que la gastronomía francesa es «digna» del reconocimiento que le otorgó la Unesco en noviembre de 2010, en palabras del secretario de Estado de Turismo.