Debido a los cabos sueltos que han quedado en el asesinato a martillazos de la profesora de 37 años de edad, Lenny Féliz Féliz, en la provincia de Barahona, muchas personas aún no acaban de convencerse con la versión que las autoridades han dado sobre el despiadado crimen que involucra a tres directores de escuelas.
Para sustentar sus dudas, quienes consideran que en el asesinato de la educadora “no están todos los que son, ni son todos los que están”, sería factible responder a las siguientes preguntas:
-¿Por qué la profesora Féliz Féliz, con las facilidades o privilegios que le permitían sus funciones como vicealcaldesa del distrito municipal La Ciénaga, no usó un vehículo del Ayuntamiento, o particular, para trasladarse cuando encontró la muerte, y prefirió tomar “bola” en un motor de un colega profesor?
– El sitio donde fue encontrado enterrado el cadáver de la educadora estaba bastante retirado de la vía, ¿Quién o quiénes ayudaron al principal sospechoso del crimen, Fernando Carrasco Roque (Chito), a cargar el cuerpo hasta ese lugar?
-¿No debió suceder algo más que un “celo profesional” para que una persona decidiera terminar con la vida de alguien que lo trataba como hermano, lo ayudó a conseguir trabajo en Educación y hasta le permitió llevar a vivir la novia a su casa?
-¿Por qué la jueza interina Catalina Pérez dictó tres meses como medida de coerción a Carrasco Roque, impuso RD$30 mil como garantía económica a los otros implicados, pese a alegar que no encontró elementos de pruebas contra Luís Féliz Gómez y a Sandro Féliz Santana?
-La profesora Lenny se encontraba desaparecida desde el 13 de junio y su cadáver fue encontrado el 3 de agosto. Una hermana de la educadora, que vive en Puerto Plata, recibía mensaje desde el celular de su pariente, que supuestamente, enviaba el asesino.
Ella pensó que la pedagoga secuestrada, era quien enviaba los mensajes, de acuerdo a los detalles íntimos que revelaba. ¿Por qué nunca se presentó a la Policía a dar detalles sobre lo qué creía que le pasaba a su hermana?
-Las autoridades informaron que los tres directores implicados en el crimen confesaron que cometieron el hecho, por sentirse marginados como profesores y directores de escuelas en comunidades montañosas al mismo tiempo. Similar labor ejercía en la zona y en iguales condiciones laborales que sus supuestos verdugos la occisa Lenny Féliz.
¿Ese argumento no resulta poco sustancioso?
Tras estas interrogantes, cada lector o lectora podrá sacar sus propias conclusiones y, quizás, el análisis conjunto de luz a quienes, desde el punto de vista legal deben desatar estos cabos sueltos en lo que pasará a la historia del país como “el asesinato de la profesora de Barahona…”
Cabos sueltos en asesinato de profesora
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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