Si alguien narra que en un sitio cualquiera una banda de malhechores armados invadió una propiedad privada, en cuyo patio la familia jugaba domino y compartía afectivamente, despojó de sus prendas a las personas allí reunidas y sin dilación alguna continuó su paso hacia un colmado, en la misma calle, donde asaltaron, robaron todo el dinero y como si fuera poco, mataron de cuatro balazos al guardián de la acera de enfrente que llegaba en busca de una soda…
Si todo esto se relata sin precisar el escenario, pudiera el lector imaginar una de las tantas películas que se exhiben en las pequeñas pantallas televisivas o en los cines del país. Pero no, se trata de una realidad que tuvo lugar recientemente, en la calle Primera de Villa Aura, en Santo Domingo oeste, donde los vecinos del lugar aun observan recelosos las áreas internas de sus edificaciones donde juegan los más pequeños del hogar y ni hablar del momento en que tienen que salir a cumplir sus labores.
Hace apenas unos días el país fue sede del evento regional: Seminario Visión, Estrategia de la Seguridad Pública: Diálogo entre la Sociedad Dominicana y la Policía Nacional, importante espacio que convocó a la reflexión sobre la seguridad pública y criminalidad existente en cada país del área.
República Dominicana ha esgrimido políticas inválidas como la metafórica Barrio Seguro, integrada en ese gran número de propuestas que no han solucionado las múltiples escenas de violencia que sufre la nación.
El propio Presidente de la República, doctor Leonel Fernández, afirmó hace unos días apenas que el 90% de los casos de narcotráfico quedan impunes en el país. El espejo de México, con sus más de 40 mil muertos y alrededor de 10 mil desaparecidos, no puede ser el de las dominicanas y dominicanos, que han apostado por un futuro mejor y confiado en las afirmaciones de sus principales dirigentes.
La sociedad dominicana enfrenta grandes retos y la inseguridad ciudadana no puede seguir repitiendo escenas como las ocurridas hace sólo unos días en la calle Primera de Villa Aura, en Santo Domingo oeste…por sólo nombrar un caso.