En Londres reza una máxima que dice: “existen tantas cervezas en Inglaterra como quesos en Francia”. Pero, un interesante artículo de Ana Marisol Angarita, publicado en la BBC, llama a la reflexión y hace recordar otro viejo adagio: “cuando ves las barbas de tu vecino arder (aunque no lo sea geográfico- añado-) pon las tuyas en remojo…
El caso es que señala Angarita: “los difíciles tiempos que vive la economía británica y las transformaciones en un país que está siendo obligado a cambiar de costumbres de consumo está afectando a un ícono de la cultura británica: los pubs” (o public house- para los británicos, que es el centro de la vida en la comunidad).
O sea, pensemos en los public house, similares a los colmados dominicanos y, por supuesto, los colmadones. Razonemos entonces que los flemáticos londinenses se han visto golpeados, esencialmente “por el incremento de la inflación que se evidencia entre otros, en el aumento de los precios del combustible, de la energía y de los alimentos”.
Pero, el problema se agudiza debido a que el impuesto a la pinta de cerveza se ha incrementado en US$ 0,04, según la medida anunciada por el gobierno durante la presentación del más reciente presupuesto. Ah, y la amenaza se agiganta con la previsión de que el tributo aumentará cada año.
Como vemos, la crisis es inherente a todos los espacios de la sociedad y se introduce en cada renglón, da igual si es Europa o el Caribe. Claro, que si pensamos en la canasta básica y los productos vitales para la diaria nutrición, las bebidas alcohólicas pudieran pasar a un término inferior. Pero, ¿cómo decirle a los dominicanos que la cerveza que acompaña cada actividad de la vida social puede encarecer su precio, o que los colmados de marras podrían cerrar ante la crisis imperante?
Según la BBPA, las ventas de cerveza en han caído a su peor nivel desde la Gran Depresión de la década de 1930. Ahora se venden en el Reino Unido 14 millones menos pintas de cerveza que en 1979 y han cerrado un gran número de establecimientos que expenden esta bebida.
De todos modos, mejor dejar el asunto, por ahora, en el viejo continente, porque el análisis aquí sería mucho más severo.