Un día de movimiento en el país resultó este domingo 26 de junio, cuando se libró en las urnas la batalla electoral del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), por elegir su candidato a la presidencia de la República y la legitimación de la dirección de dicha organización política, a partir de los resultados del plebiscito convocado por su comité político, a fin de dar el “sí” o el “no” en los más de 3.000 recintos habilitados en todo el país, Estados Unidos, Europa, Centroamérica y el Caribe.
Tras su votación, el Presidente de la República, Leonel Fernández, expresó su convicción por la continuidad de su partido en el poder, como única solución para mantener en el país: «Estabilidad, crecimiento, bienestar social, progreso, transformación de la sociedad dominicana y una mayor presencia de la nación en el plano internacional “, dijo el mandatario en esta convocatoria a los más de dos millones de peledeístas a las urnas.
Pero, lo cierto es que el representante del PLD, destinado a enfrentar al candidato del Partido de la Revolución Dominicana, Hipólito Mejía, lo hará con “la mochila” pesada del alza de la tarifa eléctrica, un nuevo paquete fiscal y un creciente detrimento del nivel de vida de la población, que conforman, en definitiva, un duro muro en su contra para los comicios generales de 2012.
No obstante, las categóricas frases de: «hay que corregir algunos errores» y «hacer lo que nunca se hizo» desde el poder, pueden ser armas a favor del candidato peledeísta. De todos modos, quedan en el aire las promesas, muchas de ellas dirigidas al sector educacional y los sectores más sensibles, que han sido el blanco de los compromisos de quienes aspiran al poder por ambos bandos. Ahora, la suerte está echada…