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Osiris de León reprocha al embajador César Medina

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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La pasada semana, el reconocido y experimentado periodista César Medina, quien durante décadas se ha sostenido en base al ejercicio de una libertad de expresión que es una de las escasas virtudes atribuibles a la democracia, decidió asumir el papel de vocero del gobierno, y junto al coro de su hijo y algunos colaboradores, planteó, de manera pública, a través de sus programas de radio y televisión, que los medios de comunicación deben cerrarle las puertas al ingeniero Osiris de León, porque dijo que el Metro de Santo Domingo se iba a derrumbar y todavía no se ha derrumbado, y ahora anda diciendo que la gente no se está montando en el Metro y que las estaciones están vacías.

Nunca dijimos que el Metro se iba a derrumbar durante la inauguración, sino que no se habían hecho los estudios geofísicos de resistividad eléctrica y refracción sísmica para determinar si bajo el piso del Metro existían cavernas o bolsones arcillosos y arenosos, y que eso implicaba un alto riesgo de colapso. También dijimos, y reiteramos, que no se calcularon las aceleraciones espectrales en los suelos, y que en caso de un sismo de magnitud superior a 7 grados en la escala Richter, el puente sobre el rio Isabela, el viaducto elevado de Villa Mella y partes del túnel, corren riesgo de colapso; y que en caso de lluvias de huracanes, o vaguadas intensas, el túnel podría inundarse. Y eso es así.

Pero al parecer, el periodista-embajador, y algunos de su equipo de apoyo, no se han enterado que el período cretácico ha terminado hace 65 millones de años, y que ya no son los volcanes continentales ni los dinosaurios tropicales los que gobiernan la región, sino que vivimos en una época en que la ciencia y la razón plus-realista se imponen por encima de la pasión oficialista.

Y lo cierto es que ha producido una honda pena, y frustración en la población, ver a personas que en materia científica no tienen ninguna preparación, tener que salir a defender la calidad de una obra pública que fue construida sin los estudios científicos de rigor, y todo porque después de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia, obligando a la Opret y a la presidencia de la República a entregar a Huchi Lora los estudios que dijimos que no tenían, y que luego de la sentencia admitieron no tener, todo el país sabe que lo dicho por nosotros en términos geológicos, geofísicos, geotécnicos y sismológicos, está cimentado en la verdad y en la razón y si no lo cree vea lo que les advertimos y luego les pasó en la avenida Correa y Cidrón.

No valió que los coristas del gobierno dijeran una y otra vez que el Metro se construía con todos los estudios técnicos requeridos y que nosotros no decíamos la verdad, porque la sentencia de la Suprema se encargó de decantar la mentira disfrazada de realidad, y esa posición ridícula en que quedo el único presidente contextualizador, por defender al amigo constructor, obliga a que cualquier analista objetivo sea visto como un fanático opositor.

Eso nos recuerda el día 11 de diciembre de 2007, cuando se acercaba la tormenta Olga, y estando en la cabina de la emisora Z-101, repetimos durante 10 largas horas que la presa de Tavera estaba casi llena y que si no se desaguaba a tiempo y se evacuaba temprano a la gente emplazada en las márgenes del rio Yaque del Norte, a media noche tendrían que abrir las seis compuertas, inundarían a la ciudad de Santiago y ahogarían a la gente.

Pero el gobierno y su equipo de científicos en materia de presas y desastres, al ser consultados por la emisora Z-101, dijeron en el aire que todo estaba normal en la presa de Tavera y que no había que preocuparse de nada, y así lo sostuvieron las principales figuras del INDRHI, de la EGEHID y de la Defensa Civil, pero justo a la media noche sobrevino el desastre que todos conocemos, tal y como lo habíamos advertido, con cientos de muertos, miles de damnificados y 5,000 millones de pesos en pérdidas, y nadie del gobierno fue sancionado, ni nadie fue cancelado, y el propio presidente Fernández dijo en el programa de César Medina, de frente a la sociedad, que quienes integrábamos la Comisión Técnica de Santiago, para evaluar las causas del desastre de Tavera, no teníamos ninguna legitimidad, y de inmediato le respondimos que la legitimidad no la da un decreto presidencial sino que la da la sociedad, y para confirmar esa realidad, toda la prensa y esa misma sociedad rechazaron el acomodado informe oficial y solo aceptaron el informe nuestro por ser el informe real. Eso no le agradó al presidente Fernández ni a sus colaboradores embajadores.

También recordemos que en julio de 2001 nos opusimos a que el parque del Este fuera utilizado para las obras de los juegos panamericanos, porque la función de ese parque era otra, y dijimos que tomarían el 25% del área total y que dañarían el parque, pero el señor Medina la emprendió en su programas matutino contra nosotros diciendo que esas obras solo utilizarían el 5% del parque y que nos oponíamos a ellas por supuestas razones ambientales, pero que nunca habíamos criticado las extracciones de agregados del río Nizao, y fue preciso enviarle una carta anexándole más de 40 reportajes y artículos periodísticos nuestros, donde analizábamos la forma incorrecta de extraer agregados del río Nizao y sus perjuicios ambientales. Todo el mundo había leído esos artículos y reportajes nuestros, excepto el bien documentado periodista Medina. El tiempo nos ha dado la razón, tanto en lo del parque del Este (usaron el 25% del área y lo dañaron), como en lo referente a la incorrecta forma de extraer los agregados del río Nizao y ahora el gobierno ha suspendido esas incorrectas extracciones para regularlas eficazmente.

No olvidemos que en el primer semestre del año 2000, mientras los ambientalistas y académicos apoyábamos públicamente la promulgación de la Ley Ambiental, el programa matutino del Sr. Medina se convirtió en el estandarte de oposición a esa Ley, y cada día llamaban a la población a ir al Congreso Nacional a oponerse a su aprobación, pero la Ley fue finalmente aprobada gracias al apoyo de Hipólito Mejía, quien luego de ganar las elecciones convenció a los legisladores perredeistas para que apoyaran el proyecto de Ley, y no obstante esa aprobación congresual del 25 de julio de 2000, el gobierno de Leonel Fernández anuncio, a través de sus voceros ambientales, que la Ley seria vetada, lo que nos llevó a coordinar con el presidente del Senado, Ramón Alburquerque, para que la Ley no fuese enviada al Poder Ejecutivo antes del 16 de agosto, lo cual se hizo el mismo 17 de agosto, y por esa razón la Ley Ambiental 64-2000 fue la primera Ley promulgada por el presidente Hipólito Mejía, con fecha 18 de agosto de 2000.

Tampoco olvidemos el huracán Georges, de septiembre de 1998, el cual se acercaba de manera frontal al territorio nacional, y en lugar de alertar a la población para que buscara protección, lo que hizo el director de la Defensa Civil fue decirle a la gente que no era cierto que ese huracán viniese para nuestro país, y que no hicieran caso a quienes decíamos que la entrada era inminente, y cuando el huracán entró, el gobierno fue el primero que se escondió, mientras la presa de Sabaneta ahogaba a cientos de personas en la Mesopotamia de San Juan de la Maguana. Por suerte para ellos no vivimos en China, porque allá todos los responsables de los desastres de las presas de Tavera y Sabaneta hubiesen sido juzgados, sentenciados y fusilados.

Advertimos en muchas ocasiones, junto a Orlando Franco, Luis Peña y Ervin Vargas, que la zona de La Cumbre, Palo Alto y Carlos Díaz es una zona de deslizamientos y que era prudente desalojar a la gente y reubicarles en lugares seguros, pero el gobierno peledeísta, que en materia de ciencias sabe más que todo el mundo, siempre subestimó el riesgo geológico hasta que esta semana se vio frente a la destrucción total de la comunidad de Carlos Díaz, y el presidente Fernández se atrevió a ir a Tamboril para decir erróneamente que la causa fue una falla geológica, cuando en realidad fue una gran rotura de suelo por elevada presión intersticial luego de un largo período de lluvias que redujo la resistencia al esfuerzo cortante. De nuevo acertamos y de nuevo falló el gobierno de los morados.

Evidentemente que este gobierno, insensible e incapaz, que siempre desconoce la verdad, en lugar de pedir perdón a toda la población, por este cúmulo de fracasos sin justificación, ha activado a su jauría para que le ladren a la oposición, especialmente a quienes diciendo verdades científicas nos hemos ganado alto nivel de credibilidad frente a toda la sociedad.

Pero hay que ser un periodista ridículo e inquisidor para atreverse a pedir censura a la libertad de expresión y a la libertad de pensamiento científico, sobre todo porque ese geólogo para quien los Medina hoy piden censura en los medios de difusión, es el mismo geólogo que fue llamado por el Presidente Fernández para que le acompañara a Sánchez, el 27 de agosto de 2005, para empezar a resolver los derrumbes de aquella comunidad, es el mismo geólogo que en abril del año 2000 le entregó en el palacio nacional la solución técnica para frenar la depredación de los ríos por parte de las granceras, es el mismo geólogo que le dio gratuitamente la solución al problema ambiental del rockash de Samaná, ahorrándole al gobierno más de 600 millones de pesos, es el mismo que sugirió las soluciones a los problemas ambientales de los vertederos de Santiago, Cotuí y Haina, y es el mismo geólogo que ha pedido buscar dos mil millones de dólares para instalar 1,200 MW a carbón como única solución al problema eléctrico de la nación, y esa solución fue asumida por técnicos y legisladores del PLD; por lo que ahora le recomendamos a los Medina buscar a los mejores científicos del PLD para que sean ellos quienes respondan los cuestionamientos y advertencias públicas que hacemos, o, si lo consideran pertinente, que se vistan de científicos y entren al debate de los temas que nosotros abordamos, pero deben saber que la confección del traje científico podría tomarles no menos de 35 años de muchos estudios y absoluta dedicación, y todo indica que para eso ya tienen el calendario en contra y el paso del tiempo no da perdón.

Debemos finalizar diciendo que nunca hemos llamado ni visitado a los Medina para que nos entrevisten en sus programas, y cuando hemos aparecido en algún programa producido por ellos (Recepción, La Vida Misma y Hola Meridiano), es porque se nos ha invitado y por educación hemos aceptado, sin embargo, luego de la solicitud que han formulado para que se nos cierren las puertas de los medios de comunicación es cuando más invitaciones hemos recibido de la radio y la televisión, aunque ellos tienen la opción de comprar todos los medios informativos de esta pobre nación, pues para eso son miembros del cuerpo diplomático y excelentes aliados de un gobierno contextualizador que en materia de gastos absurdos, como el Metro, no tiene comparación. Esperemos que cuando haya un percance en el Metro salgan a dar la cara y asuman la defensa de la calidad de la obra, tal y como lo hacen hoy. (14 febrero, 2009).

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