Familiares de la comunidad de Carlos Díaz, afectada por los aguaceros cayeron en el Cibao la pasada semana, se sienten desamparados y piden al gobierno central ir en su auxilio, mientras los derrumbes de tierra persisten en esa localidad de Santiago, al norte del país.
El agricultor Antonio de Jesús Tavárez, uno de los afectados por los derrumbes ocurridos en la carretera turística Luperón, que une a Santiago con Puerto Plata, especialmente en la Cumbre de Juan Veras, en Pedro García, con impotencia contempla lo poco que le quedó de la casa que levantó con tanto sacrificio.
Al igual que Tavárez, más de 40 familias perdieron sus viviendas en la Cumbre de Juan Veras, en Los Quemados y en la entrada de Pedro García en Santiago, a causa de los aguaceros que se registraron en las últimas dos semanas.
Los afectados se quejan porque el Gobierno no los ha auxiliado. Dicen que toda la atención ha sido concitada hacia la comunidad de Carlos Díaz, Tamboril.
Los deslizamientos siguen ocurriendo en la Cumbre de Juan Veras y otros parajes vecinos son similares a los de Carlos Díaz y hay muchas familias que los hemos perdido todos, dijo el motoconchista Alejandro Rafael de la Cruz Peña.
Las familias reclaman la presencia del presidente Leonel Fernández para que inspeccione la situación de los derrumbes en la carretera turística, ya que las autoridades provinciales de Santiago y la Defensa Civil sólo han hecho promesas.
Ángel Rodríguez, otro de los que perdió su casa por los deslizamientos, también pidió al mandatario reunirse con los damnificados de los hundimientos de tierra en Carlos Díaz.
A las personas afectadas no les cayó bien que el presidente Fernández anunciara que les alquilaría viviendas, hasta tanto se regularice su situación.
“La cosa no pudo ser peor para nosotros que lo vimos todo perder en un abrir y cerrar de ojos; pero no es posible que se nos alquilen casas en Tamboril, porque no hay tantas casas y esa tampoco es la solución”, dijo Rodríguez.
Osiris de León
La mañana de este lunes, el ingeniero geólogo, Osiris de León, sugirió al gobierno no permitir que las familias afectadas vuelvan a habitar la localidad de Carlos Díaz, Tamboril, porque el suelo arcilloso puede provocar una catástrofe mayor.
“Hace un tiempo se hizo un estudio sobre los suelos de Carlos Díaz y el Presidente tiene conocimiento de esto; pero en este país se hace caso a las cosas cuando ocurre una desgracia”, dijo De León.
En esta localidad, del municipio de Tamboril, existe la unánime percepción de que los derrumbes son provocados por una mina de extracción de materiales de construcción reabierta hace unos seis meses.
Esta opinión la sustentan las familias afectadas por los derrumbes, dirigentes comunitarios, profesores, padres y estudiantes de Carlos Díaz
Según el geólogo Osiris De León, miembro de la Academia de Ciencias y el cura de la iglesia parroquial de Canca La Piedra, César Filpo; el alud de tierra que sepultó a Carlos Díaz pudo haberse evitado.
El dirigente comunitario de Carlos Díaz, José Santana denunció que en el lugar hay una mina de extracción de materiales de construcción que excavó un hoyo de 302 por 372 metros de ancho y 70 metros de profundidad, el cual acumuló bastante agua.