La crisis del boxeo y los insaciables
Sé que los insaciables, aquellos que no aceptan el triunfo ajeno, no pararán en sus necedades. ¡Seguirán con su gran propósito!
Y su gran propósito es poner obstáculos al periodismo deportivo serio, honesto. Al periodismo que se realiza en base a los principios, a la ética profesional, a la dignidad.
El introito de esta columna, que es una ampliación de la primera en la que analizo la crisis que abate al boxeo pagado del país, viene a cuento porque esos mismos individuos, que no se atreven a dar la cara sino que escriben y hablan a escondidas, buscan desesperarme. ¡Pero no lo van a lograr!
No lo van a lograr por algo muy sencillo: ¡La mediocridad no derrota al talento!.
Pues bien, sí, el boxeo profesional de República Dominicana tiene que levantarse de su pesadumbre. Porque sigue abatido pr una dura crisis.
El 20 de diciembre del pasado 2008, en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, se montó una cartelera que tuvo como protagonista principal a Joan Guzmán, ex doble campeón del mundo.
Pero aquella fue una cartelera que no se le puede atribuir al promotaje local…la organizó, aunque con el auxilio del promotor César Mercedes, el señor José Núñez, quien es el apoderado de Guzmán.
E igualmente contó con el respaldo del secretario de Deportes Felipe Payano, quien ha prestado colaboración al pugilismo nacional.
Lo que se debe hacer
Nadie está en capacidad de desmentir lo que aquí exponemos: Que el boxeo profesional no levanta cabeza. Que atraviesa por su peor momento.
Lo que deben hacer quienes se creen los dueños del Circo, esto es, que consideran que son "los dueños del negocio del boxeo y que por consiguiente nadie debe formularles críticas", es trabajar para que este popular deporte trille mejores caminos.
Evitar que nuestros mejores púgiles no se vean en la necesidad, como ocurre, de irse del lar nativo porque en su patria no tienen trabajo.
No es publicando notitas de prensa en los periódicos en las que exponen mentiras y promesas incumplidas.
En esta columna, y espero no tener problemas por escribir la verdad -como está sucediendo en algunos medios del país- voy a decir la verdad. Decir la verdad ¡caiga quien caiga!.
Cuando no pueda escribir la verdad, como lo proclamó Juan Pablo Duarte, el Padre de la Patria, entonces dejo de ser periodista.
El boxeo profesional dominicano todavía tiene dolientes. Y entre esos dolientes se encuentra este trabajador del periodismo.
Y como me encuentro entre los dolientes del boxeo, no voy a permitir que quienes dicen ser sus "protectores" sigan engañando a los incautos.
Debo concluir este artículo con esta frase, la cual ya la tengo acuñada: "El tiempo es mudo, pero es el mejor testigo de la historia".
Email: carlosninagomez@yahoo.com