Barcelona.- El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) ha logrado su cuarta victoria de la temporada en cinco carreras, al imponerse esta tarde en el Gran Premio de España, en el que el mexicano Sergio Pérez (Sauber) ha conseguido sus dos primeros puntos del mundial al finalizar en novena posición
Después de la decepción que supuso que los comisarios técnicos le quitaran los puntos conseguidos en su debut en Australia por tener un alerón trasero irregular en su Sauber, en esta ocasión, al final de una dura carrera, Sergio Pérez a conseguido sus primeros puntos.
El mexicano fue el primero en detenerse a cambiar las ruedas, en la séptima vuelta de las 66 de que constaba la carrera, y con el compuesto duro comenzó su remontada desde la decimonovena plaza.
Pero cuando montó los blandos en la vuelta 29 fue cuando realmente se situó cerca de los puntos, a los que llegó en la vuelta 42, y a partir de ahí tuvo que luchar con los Renault del alemán Nick Heidfeld y del ruso Vitaly Petrov y, aunque sucumbió ante el primero a seis vueltas del final, terminó noveno por delante de su compañero de equipo, el japonés Kamui Kobayashi.
El venezolano Pastor Maldonado (Williams), que también aspiraba a entrar en los puntos, ya que salía desde la novena poción, vio como desde el inicio se le complicaban las cosas, ya que hizo una mala salida, uno de los puntos débiles de los Williams, que le hizo perder cuatro posiciones.
Luego, por los problemas con los neumáticos y su alta degradación, tuvo que hacer cuatro paradas y al final solo pudo terminar en decimoquinta posición.
El inicio de carrera ha sido tan espectacular como cruel ha sido el final. La salida de Fernando Alonso, que partía desde el cuarto puesto, ha recordado a las de su primera época en Renault.
Se ‘enganchó’ al alerón de Vettel, que partía delante, y el alemán cambió hasta en tres ocasiones de trayectoria para evitar el adelantamiento del español, pero no pudo y luego se emparejó con el australiano Mark Webber (Red Bull) y al llegar a la primera curva se puso primero.
Las gradas enloquecieron. Alonso dominaba la carrera, pero no lograba descolgar a Vettel, que también había superado a Webber, y, aunque quedaban muchas vueltas por delante, era imposible no soñar con la victoria.
